Bogotá respira cultura | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Septiembre de 2019
  • Ferias artísticas para todos los gustos
  • Polo de desarrollo en Economía Naranja

 

Nutrida, permanente, multidisciplinaria, innovadora, de alta calidad, retadora, con sinnúmero de escenarios, extendida en todas las direcciones, inagotable en talento humano y creatividad así como asequible para la mayoría de los públicos… Esas y muchas otras son las características de la oferta cultural en Bogotá. Aunque ya se convirtió en una frase de cajón aquella según la cual la capital del país es la “Atenas suramericana”, lo cierto es que la ciudad continúa a la vanguardia de la expresión artística a nivel nacional y suramericano.

En estos momentos, por ejemplo, se realizan la quinceava edición de la Feria Internacional de Arte de Bogotá (Artbo), la segunda versión del Espacio Odeón Intensivo, la sexta edición de Bogotá Arte y Cultura (Barcú), la Feria del Millón, el 45 Salón Nacional de Artistas y el Décimo Premio Luis Caballero. Difícilmente se puede encontrar otra metrópoli que pueda darse el lujo de ofrecer simultáneamente tal cantidad de escenarios artísticos, galerías, exposiciones, instalaciones e intervenciones creativas. Todas las expresiones tienen su espacio, desde lo más granado del arte clásico y contemporáneo, hasta las propuestas más novedosas y arriesgadas. Obras de los maestros más reconocidos y debut de los talentos más jóvenes y sorprendentes. Grandes nombres nacionales e internacionales. Subastas, concursos, foros, debates… Todo en una misma ciudad, todo al mismo tiempo.

A ello deben sumarse las exposiciones permanentes e itinerantes de la extensa red de galerías y museos con que cuenta la ciudad y que están en su principal momento al acercarse ya el cierre del calendario cultural. De igual manera aún se escuchan los ecos de las presentaciones días atrás del violinista holandés André Rieu. Teatros como el Santodomingo, el Jorge Eliécer Gaitán y el Colsubsidio, para solo mencionar algunos, han tenido agendas intensas y del más alto nivel. Igual ocurrió con el Festival de Verano que tuvo una nutrida agenda cultural. Tampoco puede olvidarse el éxito de la Feria Internacional del Libro, en mayo pasado. El itinerario de las orquestas filarmónicas también es muy intenso. No menos lo ha sido la programación de un sinnúmero de conciertos en todos los géneros musicales, que han contado, además, con la incursión de nuevos y modernos escenarios. Igual este 2019 se ha distinguido por una amplia programación de foros, concursos, conversatorios, congresos, muestras, exposiciones, festivales, funciones y eventos en las más distintas disciplinas artísticas, culturales, académicas y del ocio y entretenimiento.

Y qué decir de los programas que adelanta la Secretaría Distrital de Cultura a nivel barrial y de localidades, en espacios públicos y cerrados, fomentando todas las disciplinas musicales, pictóricas, literarias, teatrales y de la más amplia gama de expresiones. La oferta artística en los Centros de Felicidad igual va en aumento… También se avanza en el Bronx Distrito Creativo y semanas atrás entró en funcionamiento de la nueva Cinemateca Distrital.

Si bien la perfilación estadística todavía no es lo suficientemente detallada, es claro que esa oferta cultural multidisciplinaria se ha convertido en uno de los principales elementos que explican el aumento permanente en el flujo de turistas nacionales e internacionales en la capital del país, con el consecuente derivado de divisas, inversión y gasto económico. En momentos en que Colombia apuesta por hacer de la Economía Naranja uno de los nichos productivos y de generación de empleo y valor agregado más importantes, fortaleciendo las empresas e iniciativas basadas en la innovación, creatividad y entretenimiento, la industria cultural capitalina tiene todas las características y capacidades para ser la principal jalonadora de este énfasis gubernamental. Pero ello implica el desafío de estructurar una estrategia de fortalecimiento que pasa por múltiples facetas, que van desde la cualificación del apoyo al talento, la profesionalización de la oferta y el viraje hacia una cultura organizacional con vocación de largo plazo, hasta el uso eficiente de los incentivos tributarios, la creación de climas de negocio atractivos y con seguridad jurídica, un impulso renovado a la promoción del destino bogotano y de sus riquezas en materia de plusvalía, mercado, turismo, logística, servicio al cliente… En fin, una estrategia integral, moderna y funcional de competitividad en el aspecto cultural y de la industria del ocio y entretenimiento.

Por lo pronto hay que celebrar que Bogotá respire cultura en todos sus rincones. Cultura en sus más diversas expresiones y disciplinas, ya que ello la confirma como la urbe más metropolitana y dinámica de la región en este aspecto, pero sobre todo como una ciudad que ofrece a propios extraños múltiples oportunidades para enriquecer el espíritu y el conocimiento.