* Más de 64 países asistirán a las urnas

* Geopolítica en juego en medio mundo

Este 2024 será el año con más elecciones en la historia de la humanidad. Acudirán a las urnas ciudadanos de 64 países más la Unión Europea, aproximadamente 49% de la población mundial.

Los resultados serán trascendentales para el presente y futuro del planeta. Si no hay decisiones judiciales antes, Estados Unidos definirá en noviembre si otorga un segundo mandato a Joe Biden o a Donald Trump, mientras que en Rusia parecería seguro que en las elecciones de marzo se daría vía libre a otro periodo de Vladimir Putin. Su archienemigo de la hora, Volodomyr Zelensky, también buscará confirmar su mandato en Ucrania, en un tormentoso proceso democrático en medio de la guerra.

Los comicios en el viejo continente, que se realizarán entre el 6 y 9 de junio, serán el evento político más importante del bloque multinacional, ya que podrán participar ciudadanos y candidatos de los 27 países de la Unión Europea.

Aunque en sus versiones anteriores esta cita a las urnas europeas se ha caracterizado por bajo interés y escasa participación, este año tiene el atractivo ingrediente de ser un desafío al predominio que traen conservadores y socialistas frente a las fuerzas de ultra derecha y euroescépticas, en ascenso en varios países. Habrá, entonces, una posible fuente de sorpresas en tiempos de difícil situación económica y de conflictos por la migración y el cambio climático.

También están programadas elecciones en Portugal, en marzo, que dirimirán el pulso entre Pedro Nuno y Antonio Costa. El 9 de junio Bélgica celebrará comicios federales que podrían ratificar el mandato del primer ministro Alexander de Croo al frente de una coalición de siete partidos. A su turno, en Austria, en el otoño, la contienda en las urnas será por unas legislativas que determinarán si se consolida el ascenso del ultraderechista partido de la Libertad.

El foco de mayor interés se mantiene en Reino Unido, en donde el Partido Conservador de Rishi Sunak enfrenta una coyuntura política complicada que podría ser aprovechada por el Partido Laborista de Keir Starmer. Lo que ocurra podría dar paso a una dramática transformación de las prioridades de defensa, migración y, sobre todo, en el relacionamiento de ese país con la Unión Europea, tras los traumáticos y ruinosos años del Brexit.       

India, el país más poblado y la mayor democracia del mundo, tendrá elecciones en primavera que darían un tercer mandato al primer ministro Narendra Modi. Y es que Asia congrega varios de los eventos políticos más turbulentos y difíciles. Por ejemplo, Taiwán escogerá al presidente que tendrá que definir y manejar las relaciones con la República Popular China, cuyo líder Ji Xinping afirma que la anexión es inexorable.

De otro lado, en un ambiente de confrontación y conflicto con la oposición, en Bangladesh la primera ministra Sheik Hasina buscará este mes su cuarto mandato. Con una confrontación aún peor, en febrero habrá elecciones en Pakistán en donde el ex primer ministro Imran Khan intenta volver al poder, aunque adelanta la campaña desde la cárcel, víctima de una intensa persecución del gobierno, que se extiende a su partido y sus seguidores.

En África, entre tanto, habrá comicios cruciales que tienen como trasfondo el pulso económico, político y militar que sostiene Estados Unidos con China y Rusia en ese continente. Serán fundamentales al respecto las elecciones en Senegal -un país influyente en la Comunidad Económica de Estados de África- y en Sudáfrica, en donde está en vilo el predominio del ANC, aliado de China y Rusia y parte de los BRICS. También habrá cita en las urnas para definir el futuro democrático de Mali y Chad.  

En nuestro continente el gran evento serán las elecciones de México el próximo 2 de junio, prueba de fuego para Morena, el partido del actual presidente populista y “progresista” Andrés Manuel López Obrador. Será también, por primera vez, una disputa entre mujeres: la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, y Xóchitl Gálvez, aspirante de oposición.

Vitales también para Colombia las elecciones de Venezuela, que mantienen de favorita a María Corina Machado, contra la voluntad del régimen chavista, empeñado hasta ahora en marginarla. Serán clave también los comicios de El Salvador, Panamá y Uruguay, que definirán los perfiles democráticos de la región para las próximas décadas y muy seguramente determinarán el regreso del péndulo hacia movimientos conservadores y tradicionales contra las corrientes “progresistas” y el fracasado “Socialismo del siglo XXI”. 

Como se ve, el 2024 será un año de elecciones y de grandes decisiones. Lo importante es que la democracia siga vigente y que la voluntad en las urnas se respete.