* Vacunación rápida y ordenada, la prioridad
* Conjunción de esfuerzos para reactivar el país
Si bien es cierto que todo año que arranca viene cargado de retos al por mayor, no cabe duda de que 2021 comienza con desafíos superiores. De entrada, es prioritario que se redoblen los esfuerzos para seguir frenando la curva ascendente de contagios y fallecimientos por la pandemia. Tras la indisciplina colectiva e individual de una parte importante de los colombianos durante las festividades decembrinas, las autoridades sanitarias han advertido que enero podría ser un mes muy complicado en cuanto a mayor cantidad de personas infectadas y una ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) aun mayor a la ya de por sí alta que hoy se presenta en gran parte del país.
En segundo término, resulta evidente que paralelo a este objetivo primario, el Gobierno debe concentrarse en acelerar el cronograma de vacunación que definió semanas atrás, una vez concretó el suministro de más de 40 millones de dosis de vacunas, la mitad de ellas por negociación directa con las respectivas farmacéuticas y el otro tanto en el marco del mecanismo Covax. Aunque se espera iniciar la inmunización en la segunda quincena de febrero, lo cierto es que hay posibilidades de comenzarla unos días antes, obviamente privilegiando a los trabajadores del sector salud, los adultos mayores y quienes padecen de comorbilidades que son factores de riesgo ante esta enfermedad viral. No será un operativo logístico fácil de implementar y el Ejecutivo deberá maniobrar de forma eficaz para controlar la ansiedad de la población y coordinar el trabajo con las autoridades departamentales y municipales.
Otro de los grandes retos para este año que comienza es el de la reactivación social y económica, que si bien ya viene en proceso desde el último trimestre de 2020 debe ahora acelerarse de forma sustancial. Es claro que el sistema productivo ha tomado un ritmo mayor al pronosticado pero todavía requiere de una inyección robusta de recursos y de la consolidación de un escenario económico, político, social e institucional que permita a las empresas recuperar márgenes de solvencia y rentabilidad, impulsar sostenidamente las obras de infraestructura, facilitar la recuperación del empleo y la capacidad de demanda de los hogares. Solo así será posible que el grueso de los colombianos pueda empezar a dejar atrás la crítica caída de ingresos y el aumento de los niveles de pobreza y desigualdad.
Para poder avanzar en las distintas etapas sanitaria, económica y social se necesita de un escenario político proactivo y concentrado en esos objetivos. Lograr esta conjunción de esfuerzos no será nada fácil en un año en el que, a partir del segundo semestre, comenzará a tomar ritmo la campaña proselitista de cara a los comicios de Congreso y Presidencia de 2022. Estará en la Casa de Nariño, los partidos, las bancadas parlamentarias y los candidatos diferenciar entre la prioridad del plan de reactivación pospandemia y la natural competencia por los votos. Por ejemplo, desde ya se avizora un debate de alto calado en torno a la posibilidad de acudir a una reforma fiscal y tributaria para allegar recursos que permitan solventar el preocupante déficit fiscal dejado por la emergencia así como la consecución de recursos frescos para la reactivación socioeconómica.
Pero hay más desafíos de primer orden para estos próximos 12 meses. Es evidente que las autoridades deben redoblar sus estrategias para frenar la escalada de violencia que se está presentando en algunas regiones y que tiene como principales síntomas dramáticos la ola de masacres y el asesinato de líderes sociales y desmovilizados de la guerrilla. No menos crucial será que en 2021 Colombia, por fin, comience a disminuir de manera tangible la extensión de narcocultivos.
También están dentro de ese listado de retos para el año que comienza el impulso definitivo a varias reformas de orden político, laboral, judicial y ambiental. Así mismo es imperativo prender de forma definitiva sectores como el turismo y el de la cultura y entretenimiento, que han sido de los más golpeados por la pandemia. No menos clave resultará el proceso experimental sobre la explotación de petróleo por vía de fracking. El regreso de más de 10 millones de estudiantes a clases presenciales también implicará un desafío de marca mayor para las autoridades, no solo en lo sanitario sino en la recuperación de los estándares de calidad y rendimiento académico…
Como se ve, el año que comienza implicará retos de marca mayor en muchos frentes tras un 2020 que puso a prueba no sólo la capacidad de reacción del Estado ante la más grave crisis de las últimas décadas sino también la pujanza de los colombianos para hacer frente a la emergencia sanitaria y mantenerse a flote. Hoy más que nunca ese llamado a la unidad nacional, así como a privilegiar las metas generales por encima de las particulares cobra vigencia. Solo el esfuerzo conjunto del sector público, el privado y la población en general le permitirá al país empezar a dejar atrás la horrible noche de la pandemia.