El fallecimiento del maestro payanés Edgar Negret Dueñas priva al país de uno de los más connotados escultores de los últimos tiempos, caracterizado por su estilo vanguardista. Sus obras abstractas en las que predominan el hierro y el aluminio como elementos básicos y estructurales de sus trabajos, tenían su impronta personal.
Siempre causaron sensación las esculturas del artista caucano por sus atrevidas formas, en las que el empleo de la geometría y las líneas rigurosas las hacían únicas. En los museos más importantes de Nueva York, Caracas y otras ciudades se pueden apreciar.
El día de su deceso, el maestro cumplía 92 años. Una existencia dilatada, que dedicó al arte con vigor y pasión.
En 1949 perfeccionó sus estudios de ensamblaje de metales en el Clay Club Sculpture Center de Nueva York (actualmente New York Sculpture Center).
Por esa época realiza en láminas metálicas y alambre algunas obras casi del todo abstractas como El rostro de Cristo, El nido, Arlequín y Vaso con flor.
En octubre de 1968 ganó el Gran Premio de Escultura David Bright en la XXXIV Bienal de Venecia. Un exponente universal del arte que ha partido. Deja un valioso legado representado en su obra imperecedera.