A pesar del drástico incremento del desempleo para abril (de 19,8%) en el total nacional con 4,1 millones de personas desocupadas a causa de la pandemia del coronavirus, a partir de mayo, cuando comenzaron a reabrirse algunos sectores, como la construcción y la manufactura, se abrió una luz de esperanza para recortar esa situación.
En efecto, una investigación del Bancolombia, señala que ese impacto en el mercado laboral se debe, asimismo, por las repercusiones más dramáticas del coronavirus y la caída de los precios del petróleo sobre la economía colombiana.
Sostienen los analistas que “aun cuando tal caída en los puestos de trabajo haría inevitable un nuevo incremento de la tasa de desocupación en mayo, las señales que logramos extraer del mercado laboral durante el mes pasado nos permiten prever que, a medida que otros sectores reinicien su operación bajo los nuevos criterios de aislamiento obligatorio, la caída de la demanda por mano de obra en el país puede revertirse”.
Efectos
Referencian los investigadores que “el marcado incremento de la desocupación se produjo por una reducción de casi 3 millones de personas en la población ocupada en las principales ciudades del país. A la luz de estos resultados, y habida cuenta de sus implicaciones sociales y sus sensibles efectos macroeconómicos, en la actual coyuntura resulta de particular importancia contar con señales anticipadas sobre el estado del mercado laboral”.
Indican que “esta información nos permitiría, por ejemplo, determinar si es factible que en nuestro país se presente una sorpresa positiva como la que tuvo lugar en EU el mes pasado. Como parte de las aplicaciones analíticas que hemos desarrollado en Bancolombia para entender el comportamiento de la economía, presentamos una aproximación a la dinámica de los puestos de trabajo formales en mayo tanto a nivel agregado como por sector productivo”.
Aseguran que “para tal efecto, tomamos la cantidad de nóminas pagadas a través de nuestra plataforma transaccional. Estimamos que la participación de Bancolombia en el total de este tipo de pagos en Colombia es relevante, y por lo tanto consideramos que nuestros datos tienen representatividad estadística”.
Para ello describen que a partir de marzo, momento en el que se introdujo el aislamiento preventivo obligatorio, empezó una tendencia de declive en la variación anual de la población empleada formalmente. Esta tasa pasó de -7% en abril a -12% el mes anterior. En la mayor parte de los sectores, el descenso se acentuó durante mayo. Esto fue especialmente notorio en el caso de la minería (que se redujo de -9 a -24%), los servicios profesionales (de -7% a -15%) y el sector de servicios públicos domiciliarios (de 7% a -11%).
Sectores
“En el comercio y la industria, que son dos de los mayores empleadores del país, observamos un comportamiento similar. En el primero, la reducción de las nóminas liquidadas frente al mismo periodo de 2019 fue de 8% en abril y de 12% en mayo. Por su parte, en la manufactura la variación pasó de -10% a -12%”, dice el reporte.
Asimismo, explican que “en el comercio y la industria, que son dos de los mayores empleadores del país, observamos un comportamiento similar. En el primero, la reducción de las nóminas liquidadas frente al mismo periodo de 2019 fue de 8% en abril y de 12% en mayo. Por su parte, en la manufactura, la variación pasó de -10% a -12%. Un comentario aparte merece la construcción, ya que además de ser un gran demandante de mano de obra no calificada, fue la actividad cuyo número de nóminas cayó en una mayor proporción en abril (-24%)”.
Sin embargo, “gracias a la reactivación gradual de sus actividades a partir de finales de dicho mes, en mayo su descenso anual se moderó a 21%. Si incorporamos toda la información que acabamos de mencionar en una estimación, la población ocupada a nivel urbano en mayo sería de aproximadamente 6,65 millones. Esto representaría un descenso de casi 4,2 millones frente a hace un año atrás, pero demuestra un freno en el desempleo”.