La crisis de los paperos, de los cebolleros, de los tomateros, de los lecheros, tiene contra las cuerdas la rentabilidad de los productores del agro. Muchos de ellos han tenido que recurrir a medidas extremas como salir a carreteras y peajes, para tratar de vender sus productos. Otros han preferido regalarlos o utilizarlos como comida para sus animales. Este es uno de los efectos de una de las peores crisis que ha tenido que soportar el país. Producto del impacto económico de la pandemia del covid-19, miles de hogares han dejado de consumir alimentos y esto ha provocado que prácticamente los productores pierdan su cosecha.
Ante esta situación, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, sostiene que si no se recupera el consumo la crisis va a continuar, por eso es fundamental que el Gobierno ayude a los productores y también incentive el dispendio en los hogares de los colombianos. Pero al mismo tiempo se deben reducir las importaciones porque en el país hay sobreproducción de papa. Bedoya insiste que es necesario regular la oferta y frenar la intermediación para poder pagar precios justos a los productores.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué está pasando con el agro?
JORGE ENRIQUE BEDOYA: Este es un fenómeno que lo hemos visto durante algún tiempo con muchos productos que forman parte del portafolio del agro colombiano. Colombia, antes del inicio de la pandemia, tenía 20 millones de ocupados pero de estos 10 millones en la informalidad. Otro factor es que tanto las cosechas como la producción pecuaria eran para un país en condiciones de normalidad, pero luego con los aislamientos y cuarentenas obligatorias eso originó la pérdida de una gran cantidad de millones de empleos, sin duda el cierre de restaurantes, universidades, colegios, las comidas, las oficinas, lo que dejó a más colombianos en la informalidad.
Esto lo que ha venido generando es una drástica pérdida en el ingreso de los hogares, de las familias. El mismo DANE ha dicho que hay familias que de tres comidas diarias solo comen dos. Es que si se mira la inflación de alimentos en mayo fue de 0,34%, y luego en julio fue negativa y en otros meses, eso quiere decir que hay una caída en el consumo de hogares y eso lo que produce es el efecto dominó con lo que se cae asimismo el ingreso de los productores y es lo que ahora vemos en la papa, pero eso lo vimos también en julio con el pollo, con la tilapia, con los tomates y ahora con la cebolla.
Y esto es ironía: los productores que han ayudado a Colombia con la seguridad alimentaria ahora están en crisis. Es que la razón de ser de los productores son los consumidores y eso es lo que tenemos que recuperar.
Impacto
ENS: ¿Puede ser esta situación de los productores un efecto del impacto de una deflación, que los precios están por el suelo?
JEB: Esta es una de las manifestaciones más claras de un impacto brutal de la pandemia en la caída del consumo de los hogares por la pérdida del ingreso y por eso es tan importante la necesidad de la reactivación de la economía, de recuperar los puestos de trabajo, pero para ello la gente tiene que cuidarse, que use el tapabocas, que se laven las manos, que respeten el distanciamiento social. Mire lo que está pasando en Europa, en el Reino Unido, en Francia, en España con cierres otra vez de cuatro semanas, y fíjese, un sector que le ha cumplido al país, que no ha dejado de trabajar para producir alimentos en medio de la pandemia, hoy le pasa la cuenta de cobro el coronavirus porque sus ganancias están por el piso.
ENS: ¿Qué se requiere para revertir esta situación?
JEB: Lo que sin duda se necesita es consumo, consumo. Ese comportamiento debe mejorar porque ahora viene diciembre que es un mes que brinda esperanza para los productores, por las festividades, por las novenas en que todo mundo consume, allí los productores podrían recuperarse un poco. Pero hay otro tema es que se debe recuperar el empleo para todas las actividades, que los restaurantes estén abiertos, con la reapertura de los colegios, universidades, pero todo esto se requiere con los cuidados de la salud.
Otro elemento que se debe impulsar es la infraestructura, la construcción de las vías terciarias, la construcción de viviendas de interés social, de calles, avenidas. El Gobierno tiene $120.000 millones para que el año entrante los gobernadores y alcaldes tengan millones de pesos para construir, con las regalías. Y con esto podemos ver las máquinas haciendo obras en enero; es que por cada $1.000 millones que se inviertan en vías se producen 290 empleos, y eso genera un mayor consumo, pero sin duda el asunto es con las obras públicas.
El Gobierno tiene en la ley de compras públicas, dentro del Plan de Desarrollo, un artículo de obras públicas y es el momento de que eso se lo pongan a los alcaldes, gobernadores y al Gobierno nacional para que con esos recursos también compren directamente a los productores, sin intermediarios. De esta manera se dinamice el consumo y por supuesto, hace falta la solidaridad de los colombianos que deben comer más papa.
Ayudas
ENS: ¿Cree que se está brindando a los productores las ayudas necesarias?
JEB: El Gobierno viene dando las ayudas que fiscalmente puede, ya otorgó $30.000 millones que el Ministerio de Agricultura está dando a Federaba, pero dentro de la recesión es algo que ayuda, aunque no es suficiente porque el país produce algo así como 200 mil toneladas al mes, y son más de 100 mil familias que dependen de esos productos. También están los créditos pero eso hay que pagarlos para promover el consumo y otra cosa es el ordenamiento de la producción. Sin duda se debe determinar la cantidad de papa que se produce en las regiones, eso ayuda.
ENS: ¿Están afectando las importaciones a los productores?
JEB: En el caso de la papa es claro que eso influye, pero a las importaciones de la Unión Europea tanto el Gobierno como el Ministerio de Agricultura y Federaba han venido trabajando para extender los derechos antidumping y eso ayuda. Pero el problema es que las importaciones y el bajo consumo inciden en esta situación. El tema es que o se incrementa el consumo o se reduce la oferta de la papa el año entrante.
ENS: ¿Cómo cree que va a cerrar la economía este año?
JEB: Yo creo que sin duda este año ha sido de los peores de la historia en Colombia, es un año para olvidar pero también para aprender y prepararnos. Mientras llega la vacuna, tenemos que convivir con esta pandemia porque 2021 será complicado, pero tenemos que trabajar y adaptarnos a los productores, al consumo, y el Gobierno a buscar las herramientas para que se reactive la economía pues este año no ha sido favorable para los colombianos.