El dato de productividad total de -0,39% y la laboral, de 0,21%, provocó los primeros desacuerdos en la mesa de concertación laboral y salarial, que fue instalada por la ministra de Trabajo, Alicia Arango.
Las cifras que fueron reveladas por el DANE son consideradas claves para establecer el incremento del salario mínimo, junto con la inflación proyectada para 2020.
La primera discusión se dio porque los sindicatos consideran que la nueva metodología que utiliza el DANE para establecer la productividad.
El fiscal de la CUT, Fabio Arias, dijo que el Gobierno cambió la metodología teniendo en cuenta que antes la presentaba el Departamento Nacional de Planeación (DNP), pero este año fue presentada por el DANE.
La queja obedece también a que se tuvo en cuenta el sistema de la OCDE, lo que generaría amplias diferencias.
“Cambió la metodología de este año, los datos que nos entregaba Planeación Nacional nos dan que para este año 2019 la productividad sería de 3,2% pero con los datos del DANE es mucho más baja, cuando la productividad de todos los factores es inclusive negativa, por lo que tenemos unas diferencias absurdas por el cambio de la metodología para desvalorizar mucho más el trabajo y nosotros no estamos de acuerdo” indicó Arias.
Sin embargo el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, señaló que sigue manejándose la misma metodología, pero de una forma más desglosada.
Este viernes nuevamente la mesa de concertación de políticas laborales y salariales se reunirá para socializar la cifra de productividad multifactorial con el propósito de llegar a un acuerdo. El próximo lunes, se presentarán los datos de inflación por parte del Banco de la República y las propuestas de los empresarios.
La voluntad
Por su parte la Ministra del Trabajo dijo que el Gobierno nacional tiene la mayor voluntad para ayudar a los trabajadores. “Empezamos un ciclo muy importante para el país referente al año entrante. Lograr acuerdos es tener voluntad política y depende de todos, por eso les agradezco estar aquí y aportar desde cada uno de sus sectores para lograr un consenso”, agregó.
Arango Olmos explicó que hay inquietudes de algunos integrantes de la mesa con respecto a la metodología que se usó para sacar la cifra de productividad por parte del DANE.
Para Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia, “la productividad es muy importante para esta definición, pero, aunque va a ser un factor importante, no es el definitivo”.
Según Gómez, el mínimo es de carácter vital y la discusión debe girar en torno a eso, y que las centrales obreras planean dar una cifra unificada de lo que esperan que sea el incremento, para que la negociación se pueda hacer de manera más sencilla y clara.
Los empresarios
Desde si esquina el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, argumentó que “la cifra negativa no fue aceptada por los trabajadores, ya que el criterio que Fenalco tiene es que el incremento de este año debe tener en cuenta un aumento real del poder adquisitivo de los trabajadores, sin perjudicar la productividad y competitividad de las empresas”.
Más adelante Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dejó claro que desde su gremio no planteaban ni pisos ni techos para el aumento del salario mínimo.
Sin embargo, se refirió a la posición de los sindicatos con respecto a la negociación, teniendo en cuenta los ánimos caldeados debido al paro nacional.
“Nosotros no hemos hecho sino defender el derecho de los colombianos al trabajo que lo han visto obstaculizado, precisamente, por unas marchas, pero nosotros venimos aquí a construir. Si alguna de las centrales como la CUT viene aquí con un ánimo de pelear, no creo que este sea el territorio, aquí es un lugar de concertación”, cerró.