Gente. Los paisas que convierten botellas de plástico en ropa | El Nuevo Siglo
Daniel y Juan Camilo Velásquez creadores del emprendimiento Bohíoplaya. / Foto: Bohíoplaya
Jueves, 7 de Marzo de 2024
Redacción Economía

En el 2015, los hermanos Daniel y Juan Camilo Velásquez dieron inicio a un sueño llamado Bohíoplaya, una marca de ropa que, aunque inicialmente resaltaba por sus colores, a la vuelta de unos años se convirtió en un ejemplo a seguir, pues sus prendas de vestir están hechas con impacto social y ambiental.

Según le contó Juan Camilo a EL NUEVO SIGLO, él es administrador de Negocios y su hermano comunicador social, y aunque nada tienen que ver sus carreras con la industria de textiles, estos paisas vieron la oportunidad de emprender y ayudar al medio ambiente con un mismo producto.

Para ese entonces, Daniel hacía parte de una banda musical y buscando sorprender con su vestuario, él y su hermano empezaron a diseñar creativas camisas inspiradas en lo que ellos llaman ‘paisajismo colombiano’, las que terminaron llamando la atención de otros músicos, como lo fueron el saxofonista Juan Astronauta, Juan Pablo Vega, Gusy y hasta el mismo Juanes.

“Plasmamos lo que nos hace autóctonos, por ejemplo, la gastronomía, la música, la cultura, los colores, los elementos representativos de cada una de las ciudades, entre otras cosas”, dijo Camilo.

Pese a que con las camisas todo marchaba ‘viento en popa’, como se dice en Colombia, sobre el 2018 Camilo asistió a una formación donde se capacitó en finanzas, gestión humana, estrategia y sostenibilidad fue entonces cuando los hermanos se empezaron a cuestionar sobre cómo era posible que ellos hicieran sus camisas inspiradas en el mar, las culturas, los colores del Caribe y del Pacífico, y estuvieran siendo parte de una de las industrias más contaminantes del mundo, la textil.

Un poco culpables, Daniel y Camilo buscaron cómo revertir el daño causado y se encontraron con que en la industria había materiales para elaborar prendas de vestir a partir de insumos reciclados y fue cuando incursionaron en el negocio con su empresa llamada Bohíoplaya, con la que lanzaron su primera colección en el 2019.

Surfeando su historia

Según explicó Camilo, para la producción de una prenda convencional se gasta más o menos 2.500 litros de agua; sin embargo, en Bohíoplaya no utilizan este vital líquido, sino que, por el contrario, confeccionan camisetas hechas a partir de 50% poliéster PET –para ello se reciclan cinco botellas– y 50% algodón reciclado de prendas de segunda mano.

Sobre sus primeras ventas, uno de los hermanos recuerda que, aunque les fue muy bien, la calidad del material no fue tan buena, pues resalta que era una materia prima que apenas se estaba explorando en el país, por lo que resultó ser muy calurosa y adicionalmente se motoseaba fácil. Pero eso es cosa del pasado, pues los emprendedores aseguran que han evolucionado y que incluso las prendas son frescas.

Sobre los insumos que utilizan para las prendas de vestir, uno de los creadores de Bohíoplaya explicó que utilizan todas las botellas PET que se recogen en las playas e incluso en los hogares, labor que ejecutan de la mano de la empresa Enka de Colombia, líder en el reciclaje de botellas de PET posconsumo en el país y quien se encarga de reciclar el plástico y convertirlo en fibras textiles.

En la actualidad la empresa tiene una amplia gama de productos, tales como vestidos y salidas de baño, toallas e incluso gafas hechas a partir de tapas de botella, que distribuyen en sus cuatro puntos de venta en Medellín (dos), Bogotá (dos) y próximamente el que van a abrir en Cartagena y desde los cuales envían a casi todo el mundo.

Sobre los precios de sus productos, Camilo explicó que tratan de que sean asequibles para todo el público: “En la empresa siempre estamos apuntando a un público objetivo y que sea un precio medio, estamos en una categoría de precio ni alto ni bajo, entonces nuestros productos oscilan más o menos entre los 80 mil pesos y los 160 mil pesos”.

Inicialmente empezaron exportando a Panamá, Guatemala, Chile y Puerto Rico; no obstante, su sueño era llegar al mercado de Estados Unidos. Por suerte, después de varios años se abrieron camino en el gigantesco mercado y ahora tienen una empresa LLC allí.

Un chapuzón en la fama

A raíz de su emprendimiento y de otras acciones ambientales y sociales que han ido implementando, como apoyo a animales en condición de calle, adopción de un árbol en el Amazonas, la contratación de madres cabeza de familia, adultos mayores y personas con discapacidad, Bohíoplaya tuvo una aparición en "Forbes Colombia", un medio que les sirvió como trampolín para seguir dándose a conocer.

Entre risas, Camilo recordó su participación en "Shark Tank Colombia" y aunque aseguró que ninguno de los inversionistas hizo una propuesta tentadora, su aparición en la pantalla chica sí fue de gran ayuda, pues varias personas y empresas conocieron y se interesaron en la marca.

A la fecha, Bohíoplaya cuenta con 19 empleados contratados de forma directa y 50 personas de forma indirecta y sus ingresos tienen varios ceros a la derecha.

“Todos los años hemos crecido a doble dígito, hemos crecido en personas, hemos crecido en canal de ventas y eso nos ha hecho crecer las ventas totales”, añadió Camilo.

Proyecciones 2024

Hay muchos planes para estos dos soñadores amantes del mar y con el deseo de seguir ayudando al medio ambiente, pero entre los principales se encuentra: “Tenemos en mente cada año poder abrir nuevas cabañas, como nosotros le decimos a las tiendas. Así las cosas, nuestro deseo es poder abrir por lo menos dos puntos de venta de forma anual e incluso este 2024 esperamos tener un punto de venta en la playa, es decir, cerca del mar”.

 

RECUADRO

Certificación

Algo para resaltar es que el mes pasado obtuvimos la certificación B Corp, una de las más importantes a nivel internacional para empresas sostenibles en lo ambiental, en lo social y en lo económico, y es que, incluso en Colombia, en la industria textil solamente la tenemos tres empresas.