La expansión y presencia de algunos bancos colombianos en los mercados externos, fue elogiada por la calificadora Moody’s, dada la actual situación financiera global.
Señala la firma en su análisis, que la exposición internacional ha sido mayormente positiva para los bancos colombianos, sobre todo por mejores resultados y diversificación de las fuentes de financiamiento.
“En los últimos años, las condiciones operativas en algunos mercados objetivo han cuestionado los beneficios esperados de la expansión, seguido de un mayor riesgo de activos. En la última década, los bancos colombianos Bancolombia S.A., Grupo Aval Acciones y Valores S.A., Banco de Bogotá S.A., Banco Davivienda S.A., y Banco GNB Sudameris S.A., se han expandido mediante fusiones y adquisiciones, desarrollando importantes operaciones en Centroamérica y Sudamérica, señala Moody's Investors Service.
Sostiene la firma que, si bien, las operaciones en el extranjero aumentan el potencial de ganancias y diversifican la presencia comercial y geográfica de los bancos, también incrementan la exposición de los bancos a entornos operativos generalmente más volátiles y al riesgo de activos.
Fortaleza
“Después de casi una década de expansión regional, los bancos colombianos han alcanzado posiciones importantes en la mayoría de los mercados internacionales donde operan, ubicándose generalmente entre los tres bancos más importantes de cada sistema”, afirma Diego Kashiwakura, vicepresidente de Moody's.
Sostiene el directivo que “sin embargo, Colombia sigue siendo un mercado clave para todos estos bancos, lo cual refleja su participación consolidada en el mercado local y su estrategia de apuntar a sistemas bancarios más pequeños”.
Si bien, la volatilidad de los resultados sigue siendo un riesgo constante para los bancos colombianos expuestos a mercados internacionales, hasta ahora no ha habido ningún evento en estos mercados que haya debilitado significativamente su capital.
Moody's espera que la mayoría de los bancos mantengan una capitalización estable en los próximos trimestres a medida que el crecimiento del crédito disminuye ante una menor actividad económica debido a la pandemia del coronavirus.
Asimismo, señala que la supervisión llevada a cabo por la Superintendencia Financiera de Colombia (Superfinanciera) de todas las empresas dentro de un grupo financiero y de los accionistas mayoritarios, asegura que los bancos del país no se ven amenazados por riesgos relacionados con otros intereses de sus casas matrices, un factor crediticio positivo.
A finales de abril, y debido al incremento de los riesgos en los activos por el impacto del coronavirus, la calificadora Moody’s bajó la nota a los bancos colombianos, de estable a negativa. Con ello, las calificadoras extendieron el apretón a casi toda la economía colombiana.
La firma justificó esta decisión al afirmar que “hemos cambiado nuestras perspectivas para que el sistema bancario colombiano sea de negativo a estable a medida que el brote de coronavirus y los efectos de los precios más bajos del petróleo se reducen a las expectativas de crecimiento económico, debilitando el entorno operativo de los bancos”.
Prevención
Sostiene la calificadora que “las medidas para frenar la propagación del coronavirus pesarán la actividad empresarial y el deterioro de las condiciones de funcionamiento erosionará la calidad de los activos de los bancos a medida que se debilite la capacidad de pago de los prestatarios. El capital disminuirá con el aumento de las provisiones por pérdida de préstamos, y la rentabilidad se verá atenuada por el aumento de los costos de crédito y las tasas de interés más bajas. El entorno operativo se está deteriorando”.
De igual forma, señala que “la perturbación económica provocada por la crisis del petróleo y el brote de coronavirus, junto con las medidas nacionales anunciadas hasta ahora para contener la propagación del coronavirus, pesarán significativamente en el consumo de los hogares y las perspectivas de inversión a corto plazo. Esperamos una presión importante a la baja sobre el crecimiento económico en 2020, pero anticipamos una recuperación gradual durante la última parte del año y un posible repunte en 2021”.
No obstante, Moody’s señala que “los efectos de los precios más bajos del petróleo y la depreciación del tipo de cambio añaden presiones significativas sobre el perfil fiscal de Colombia, aumentando la carga de la deuda denominada en dólares. La calidad de los activos se debilitará con las presiones macroeconómicas, a medida que una economía más lenta impulse el desempleo más alto, alimentando morosidad”.