Más tiempo y mayor información solicitó el Comité Consultivo de la Regla Fiscal (CCRF) al Gobierno en su reunión de ayer, para tomar una decisión sobre una posible ampliación del método para medir las finanzas.
Aunque no se conoció la fecha de una nueva reunión, esta deberá presentarse antes de que se defina el Marco Fiscal de Mediano Plazo, el cual se prevé que se socialice el 26 de junio.
Este encuentro adicional tuvo lugar luego del Decreto 813 del 4 de junio de 2020, en el que el Ejecutivo redujo el rubro de ingresos corrientes del presupuesto en $23,7 billones por cuenta del impacto que tendría la coyuntura actual en el recaudo tributario. Este monto sería reemplazado a través de recursos de capital.
En su reunión de inicios de mayo, el CCRF aprobó un déficit equivalente al 6,1% del PIB. Según la decisión, esta meta era congruente con una contracción de la economía del 5,5%. Además, implicaba la activación de la cláusula de gasto contracíclico que la regla fiscal incorporó desde su creación para responder a periodos de grandes perturbaciones, como ahora por cuenta del Covid-19.
Esta perspectiva de menores ingresos, junto al mayor gasto para la atención de la emergencia, permiten hacer una estimación de hasta dónde podría llegar el nuevo déficit.
Las declaraciones recientes del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ante el Congreso pusieron de manifiesto que los recursos que se han destinado al FOME ($28,6 billones) son una adición al Presupuesto General de la Nación decretado inicialmente para 2020 ($271,1 billones).
Recursos
Al considerar estos recursos, que se sumarían a la caída en ingresos corrientes y al déficit nominal objetivo del Plan Financiero lanzado en marzo ($24,9 billones), se alcanzaría un déficit de $77,3 billones, notablemente superior a los $62 billones (6,1% del PIB) de la meta aprobada previamente por el CCRF.
Ahora bien, al considerar este potencial escenario de déficit en relación al PIB, es fundamental tener en cuenta que se puede dar un cambio en la perspectiva de crecimiento económico.
La aprobación de un mayor espacio de desbalance en las cuentas por parte del CCRF debería ser sustentado a partir de un deterioro en la proyección de variación del PIB en 2020.
Ajustes
De acuerdo con los analistas del Bancolombia, “se cree que sería posible que el CCRF ajuste sus expectativas hacia un nivel que incluso podría superar la parte baja de nuestro escenario central (-6%). Al respecto, cabe aclarar que en nuestro escenario más pesimista consideramos un déficit fiscal de 7,5% del PIB para la vigencia actual y que en su construcción era congruente con una caída en los ingresos de $23,4 billones. Esto es muy cercano al monto decretado por el Ejecutivo recientemente, y en donde es claro el sesgo pesimista en la visión de las autoridades”.
“Este techo de déficit de $77,3 billones puede representar entre 7,5% y 7,8% del PIB. El primer caso sería coherente con una caída del PIB real de 6%, el límite inferior de nuestro rango base de proyección, donde el PIB nominal caería a un ritmo del 3,3%. Entre tanto, el segundo caso se asociaría con el límite pesimista de nuestra proyección, en donde el PIB real caería a un ritmo del 9% y el nominal un 6,7%”, sostienen los expertos.
Por el momento, el Ministerio de Hacienda ha confirmado que, de los rubros de funcionamiento e inversión considerados en el Presupuesto de la Nación (PGN) inicial, están congelados $8 billones.
Con ello, el déficit del GNC sería de aproximadamente $69 billones. Según el escenario de crecimiento económico esto podría representar un déficit de entre 6,7% y 7,0% del PIB. Así pues, se cree que, en caso de la aprobación de un mayor espacio de déficit por parte del CCRF para la vigencia, la nueva meta se ubicaría en este rango