Los empresarios deben comprender que para salir adelante en esta crisis, así como para adaptarse de manera adecuada y sostenible a la nueva realidad, deben implementar con urgencia cambios radicales en sus organizaciones, que van mucho más allá de obtener créditos bancarios, subsidios de los gobiernos o lanzar un canal de ventas de comercio electrónico. James Collins en su libro “Empresas que Perduran” nos invita a reflexionar: “(…) Tener una gran idea, un gran producto o contar con un líder carismático visionario es “dar la hora”; crear una compañía que pueda prosperar más allá de la presencia de cualquier líder y a través de múltiples ciclos de vida es “construir un reloj” (…)”Según un informe de la Superintendencia de Sociedades, si el PIB del 2020 cayera un -7,7%, cerca de 5.500 firmas estarían en riesgo de insolvencia. Esto supone que un tercio de las empresas en nuestro país tienen un riesgo medio o alto de entrar en crisis. Pero lo más peligroso de una crisis es no entender sus causas fundamentales. La causa no es necesariamente el Covid-19. Según estudios internacionales, lo que esta crisis ha evidenciado es que las empresas más impactadas son aquellas que, aunque antes de las cuarentenas crecieran en ventas y mantuvieran niveles de rentabilidad aceptables, tenían problemas estructurales que eran fáciles de disimular y en muchos casos sus líderes estaban ignorando. Con lo anterior me refiero a que “lo esencial está por dentro”. Muchas empresas están erróneamente pensando que de esto se sale con soluciones de liquidez o con la transformación digital. Ni lo primero es la solución ni lo segundo es un milagro. Acepto que puede ser que logren resultados de corto y mediano plazo. Pero esto no es sostenible en el largo plazo. Y ese es el nombre del juego ahora: Sostenibilidad. Hay que enfocarse en “construir un reloj”.Para ello, mi recomendación es que los líderes volteen la mirada hacia el interior de sus empresas. El mercado y la demanda estarán allí afuera recuperándose y esperando ofertas de valor superiores; pero si las empresas no se preparan por dentro, nunca podrán ofrecer al exterior experiencias memorables en sus productos o servicios. Actualicen su estrategia de negocio. Revisen sus creencias, comportamientos, paradigmas e incluso, sus valores. Repasen sus procesos de negocio. Necesitamos altos niveles de eficiencia y productividad en la cadena de valor. Pregúntense, con honestidad y sin corazón, si sus líderes tienen las competencias requeridas, ya no es momento de guiarse solo por los conocimientos técnicos. Si no las tienen, hay que tomar acciones. Esos modelos burocráticos y jerárquicos para tomar decisiones o que no fomentan el trabajo en equipo y que son “poder orientados” y no “orientados a resultados” ya no nos servirán. No compre tecnología solo por la moda de la Transformación Digital. Primero, defina muy bien sus necesidades y alinéelas con su estrategia, y ahí sí salga a buscar el socio tecnológico idóneo. Y por favor, enfóquese en entender que los datos son un activo fundamental y relevante hacia el futuro de su organización. Solo las empresas que estén dispuestas a transformarse “por dentro”, serán aquellas que tengan resultados sostenibles en el largo plazo.
*Socio de Progresa y Azurian Transforma