El incremento en el precio de los alimentos ha sido uno de los factores fundamentales para que la inflación en el país esté desbordada.
A la espera del dato de octubre que será conocido el próximo viernes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide la inflación en el país llegó a 4,51% en los 12 meses terminados en septiembre, con una variación acumulada de 4,33%.
Tanto en el dato anual como el año corrido, los alimentos pesan alrededor del 15% en comportamiento total de la inflación, por detrás de servicios y el valor de los combustibles que suman casi el 33% del aporte.
Cuando comenzó pandemia y el país tuvo que empezar las cuarentenas, el valor de los alimentos se disparó. El precio de la carne y los huevos presentaron incrementos de casi el 50%, y en menor escala las verduras y otros productos básicos de la canasta familiar.
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Pero al entrar a un periodo de normalidad con la eliminación de las restricciones en movilidad y compras, así como en la producción y comercialización, los precios de muchos productos no han bajado como se presumía.
Al respecto, el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, explicó al dar a conocer la inflación de septiembre, que “dentro de los alimentos consumidos al interior del hogar vemos un aporte de 13 puntos básicos de 38 que tuvo la inflación; la carne de res, la carne de cerdo y las frutas frescas están aportando unos puntos básicos importantes que se suman al aporte que tuvieron los aceites comestibles, de 2 puntos básicos”.
Los factores
Tanto los productores como los compradores aducen varios factores que en medio del camino se han añadido para impedir que los precios bajen como debería ser para poder frenar el costo de vida y la situación de muchos hogares y familias que, ante la disminución de sus ingresos por el desempleo, se han visto obligados a dejar de comprar muchos productos para sus comidas diarias.
Entre los factores que se han sumado están el aumento del precio del dólar que encarece la compra de insumos que traen los productores para sus cultivos; otro elemento es el precio de los combustibles, que lentamente está subiendo por el incremento en las cotizaciones del petróleo; además está el encarecimiento de los fletes internacionales que han elevado los costos de las importaciones, y está ahora el intenso invierno que está causando derrumbes e inundaciones de vías y carreteras lo que complica el suministro de alimentos a los centros de acopio.
Los fletes
Respecto al costo de los fletes, el presidente de Analdex, Javier Díaz, señaló en un reciente análisis, que “en materia de tarifas, los costos actuales de transporte desde Asia a Norteamérica y Europa son cinco veces más altos que el promedio de los últimos tres años, alcanzando incrementos de más del 300% en los últimos ocho meses”.
Sostuvo que “para América Latina el efecto es aún más grave. El impacto en las tarifas de los fletes ha sido mayor en las rutas comerciales a esta región, que las de las rutas hacia cualquier otra parte del mundo. A principios de 2021, por ejemplo, los fletes desde China hacia Suramérica habían aumentado un 443%, alcanzando tarifas que superan los US$14 mil para un contenedor de 40 pies”.
Pese a que esta coyuntura está afectando a todos los sectores que participan en el comercio exterior, en el caso colombiano, el impacto es mayor en productos primarios y de alto volumen como el café y azúcar. Lo anterior, teniendo en cuenta que los costos de transporte marítimo son un componente importante de los precios del comercio internacional que impactan en mayor medida a los productos primarios frente a productos de alto valor.
El dólar
Sin duda una de las mayores preocupaciones es el costo de los insumos agrícolas, que han subido de valor por el aumento del dólar y eso impacta el precio final de los productos. A este respecto, el Gobierno anunció un proyecto de ley para atender el suministro y el acceso a los insumos agropecuarios de los pequeños productores del campo colombiano.
“Ese proyecto está contemplado para poder hacer intervenciones cuando se requiera, pero también, para tener un fondo de estabilización de ciertos insumos que son necesarios para los productores”, aseguró el presidente Iván Duque.
Por otra parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultores, Jorge Enrique Bedoya, ha dicho en sus análisis sobre esta situación a los medios: “Una cosa que es general a todos los alimentos y es el incremento en los costos de las materias primas en el mercado internacional, además hay un problema de fletes a nivel global en materia de contenedores por la poca disponibilidad de los mismos. Es la tormenta perfecta”.
La movilidad
Asimismo está de por medio el impacto del invierno sobre la red vial nacional y cómo se afecta la comercialización de los alimentos.
Bedoya ha dicho que hay que tener en cuenta que Colombia en el 2021 ha experimentado un cambio climático muy fuerte pues la temporada de lluvias se ha extendido de forma significativa y esto influencia en la siembra y cosecha de los alimentos.
“El invierno trae un colapso en muchas de las carreteras del país y no solamente las vías principales, mire el ejemplo del kilómetro 58 en la vía que conduce a los Llanos Orientales desde Bogotá, no solo en la principal sino en las carreteras alternas. Esto genera incremento en fletes, incertidumbre en el productor y eso es obviamente un dolor de cabeza”, aseguró Bedoya.
Agregó que esta deficiencia infraestructural produce, además, “más costos para los productores, la posibilidad de que los productos perecederos se dañen por el movimiento de los camiones y un dolor de cabeza que pareciera no terminar”.
Por otro lado, aseguró que el incremento del dólar ha sido otro factor fundamental para entender el aumento de los precios, pues, aunque es bueno para exportadores, para los importadores y el consumista es un gran golpe al bolsillo.
Cn respecto al “precio del dólar nosotros tenemos las dos caras de la moneda: los exportadores felices cuando hay una devaluación y el San Benito para los importadores. Y los precios internacionales de los insumos han venido subiendo de una manera impresionante y el dólar genera esa preocupación. Pero también con el dólar hay que tener la siguiente visión: una cosa es el anuncio de cómo cerró hoy el dólar y otra cosa es el dólar en la nacionalización de los productos de los inventarios que se tienen con dólar más bajo o con dólar más alto”, anotó.
El abastecimiento
Durante septiembre, de acuerdo al Sistema de Información de Precios (Sipsa) del DANE, se registró un aumento de 7,18% con relación al mes anterior en la cantidad total de alimentos abastecidos en los mercados que contempla la operación estadística. Los alimentos que presentaron mayor crecimiento en su acopio, en cifras absolutas, fueron: arroz, papas superior y capira, azúcar, naranja Valencia, plátano hartón verde, manzana importada, tomate chonto y arveja verde en vaina.
Este comportamiento se explica principalmente por el mayor ingreso de alimentos en los mercados de Plaza Las Flores, Paloquemao, Plaza Samper Mendoza y Corabastos en Bogotá, D.C.; Central Mayorista de Antioquia y Plaza Minorista José María Villa en Medellín; Mercado Nuevo en Valledupar; Nuevo Mercado en Sincelejo; Mercasa en Pereira; Granabastos en Barranquilla; Mercar en Armenia; El Potrerillo en Pasto; Mercado del Sur en Montería; Santa Helena y Cavasa en Cali; Centroabastos en Bucaramanga; Centro Galerías en Manizales; Centro de acopio en Ipiales (Nariño); en el mercado de Santa Marta; Plaza de mercado del barrio Bolívar en Popayán; Surabastos en Neiva; Cenabastos en Cúcuta y Bazurto en Cartagena. Por otra parte, los seis mercados restantes presentaron variaciones negativas originadas por el menor ingreso de alimentos.
La participación en la cantidad total del acopio de los alimentos para el mes de septiembre la lidera la central de Corabastos en Bogotá, D.C. con 34,34%; seguida de la Central Mayorista de Antioquia en Medellín con 12,97%; Centroabastos en Bucaramanga con 6,75%; y Barranquillita en Barranquilla con 5,16% de participación en el total de las 29 centrales que abarca el Sipsa.