Los miembros de la OPEP y otros diez países petroleros, entre ellos Rusia, acordaron este viernes recortar en otros 500.000 barriles diarios su producción, en un intento de sostener los precios del crudo frente la debilidad de la demanda mundial.
El recorte total de este grupo de 24 países, que representan cerca de la mitad de la producción mundial, será ahora de 1,2 millones de barriles diarios en relación a los niveles de octubre de 2018.
Los ajustes se empezarán a aplicar en enero de 2020, indicó el cartel en un comunicado tras dos días de negociaciones en Viena.
En un mensaje a los mercados sobre su compromiso, Arabia Saudita, el primer exportador mundial de crudo, prometió hacer por su parte recortes "voluntarios", con lo que el total alcanzaría 2,1 millones de barriles diarios.
La finalidad de la llamada OPEP+ es, a través de las cuotas, influir en los precios para que sean "justos y estables para los productores", según su objetivo oficial, en un contexto global de demanda frágil provocada por la guerra comercial y por el debilitamiento del crecimiento.
Tras el anuncio, los precios del barril de WTI, la referencia en Estados Unidos, y del Brent, su equivalente en Europa, se dispararon un 2%.