Con los precios del crudo por encima de los US$85, comenzó a especularse en el país sobre un incremento en el valor de la gasolina y el diésel. El argumento es que cada vez es mayor el dinero que debe utilizar el Gobierno para mantener el precio, recursos que debe aportar el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc).
Sin embargo, este mecanismo que surgió en 2007 y que busca dar equilibrio a los precios internos de los combustibles, ya tiene un déficit aproximado de $7,9 billones y podría alcanzar los $8,6 billones para finales de 2021.
De allí que la fórmula de incrementar los precios se abre paso para estabilizar este desfase. No obstante, hay voces que se oponen a esta medida como la del presidente de Fedispetrol, Álvaro Younes, quien señaló a EL NUEVO SIGLO que este es el peor momento para subir los combustibles debido al impacto económico de la pandemia en los consumidores.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cree que los precios de los combustibles no están acordes con los incrementos del precio del petróleo y se puede venir una cascada de incrementos?
ÁLVARO YOUNES: Sí, mire, realmente los precios de petróleo con relación a las fórmulas que tiene nuestro gobierno, pues uno diría que están represadas con relación a los precios internacionales que ha alcanzado el petróleo y los combustibles, pero también hay una situación política, económica y social muy compleja, muy compleja. No creo que el Gobierno quiera como calentar el tema de si sube los combustibles o no, no sé si habrá hecho un estudio, pero este sería el momento menos indicado para hacerlo. Es posible que le caigan los economistas, que le caiga Ecopetrol encima, hace cuatro o cinco días el Presidente de Ecuador suspendió y congeló el precio de los combustibles antes de que se le volviera eso un incendio. Aquí no hemos superado la pandemia, se muestran algunos sectores en recuperación, pero son donde el gobierno ha estado haciendo inversiones, siguen muchos sectores sin recuperarse, sigue el desempleo sin recuperarse y yo, aunque no soy economista, creería que es un mal momento de subir los precios de los combustibles.
ENS: El déficit del Fondo de Estabilización de precio de los combustibles está creciente sin freno, aumentando el déficit, ¿cómo ve usted este panorama?
AY: Pues, mire, del Fondo de Estabilización de Precios se está hablando casi desde que se crearon los recursos para este tema, o sea, una vez terminado el Fondo de Ahorro y Estabilización petrolera, que llegó a tener difíciles condiciones de dólares en su época, en la época del doctor Álvaro Uribe, ese Fondo se acabó cuando entró Ecopetrol a ser Sociedad Anónima, ya no empresa comercial del Estado y se creó el nuevo fondo. Desde ese mismo momento nació cojo y a mi entender seguirá siendo cojo. Colombia no resiste el impacto de los precios internacionales por la carga tributaria que tienen esos mismos precios; al tener esa carga tributaria ahondaría mucho más en una crisis sobre los precios de los combustibles y ya usted lo sabe, el impacto sobre transporte, canasta familiar, etc. a pesar de que siempre los gobiernos salen y dicen que el que tiene carro es el rico, que esto, que aquello… no nos digamos mentiras, sí influye como venía y el alto precio de los combustibles en la economía afecta al ciudadano colombiano.
ENS: ¿Será que ya llegó el momento para modificar esa cantidad de elementos que le meten al precio de los combustibles?
AY: Creo que todos los últimos tres gobiernos han dicho que lo modifican. Cuando ingresó el anterior presidente, el doctor Juan Manuel Santos, fue una de las primeras cosas que se ofrecieron, reestructurar todo el tema que compone el precio final al público de los combustibles. Creo que este Gobierno entrando también ofreció lo mismo; es una decisión política, tocaría esperar a ver, pero yo, como usted, sí creo que es ya necesario asumir con mayor responsabilidad mucho más al tener un país que pertenece a la OCDE y la OCDE ejerce también una presión sobre la regulación de precios, monopolios, etc. Creería que es también la hora de hacer un alto y reestructurar los precios de los combustibles.
ENS: ¿Cómo va el sector este año?
AY: Muy golpeado, no hemos podido... usted sabe que por primera vez en la historia en una protesta social se vandalizaron las estaciones de servicio, eso jamás había pasado. No hemos visto de una manera real y contundente la ayuda del Estado en esta situación sabiendo que la composición del precio de escasamente un 5 o 6% va a un minorista y lo demás son dineros casi todos del Estado y muy poquitos del sector privado. Hubiéramos querido ver una mejor disposición y ayuda del Gobierno en esto, todavía no se han recuperado algunas estaciones en el país por el consumo, pero en términos generales sí se viene recuperando, pero no las estaciones de servicio, a las que siguen imponiéndoles mucha normatividad y no hay plata para ese tipo de inversión.
ENS: ¿Este año han desaparecido estaciones de servicio?
AY: Por supuesto que han desaparecido, algunas no han podido volver con pospandemia, algunas tienen problemas de tierras, otras tienen problemas económicos; tenemos un país con bastante diversidad en el tema de combustibles porque tenemos zonas de frontera, zonas controladas por el narcotráfico y algunas zonas normales. Establecer políticas así es muy difícil, no tenemos un país del primer mundo donde este tipo de situaciones no se presentan.
ENS: ¿Todavía sigue el contrabando de gasolina desde Venezuela?
AY: Por supuesto, ya no de allá para acá, sino de aquí para allá, hacia nuestras fronteras, ya no entran ilegalmente sino que exportamos ilegalmente porque los combustibles en zonas de frontera tienen un subsidio especial del Estado por ser regiones deprimidas económicamente. Si ese combustible se esparce hacia afuera de la frontera, pues se están ganando todos esos subsidios. No tenemos un Estado real capaz de controlar estos fenómenos porque tenemos una frontera muy amplia y también muy diversa y eso contribuye a no hacer.
ENS: A su modo de ver, ¿este año está mejorando la economía y el sector que usted dirige?
AY: Yo veo que estamos estancados y estamos más estancados por la avalancha, el alud de normas que le han metido a una estación de servicio. Una estación de servicio, lo que quiere un pequeño propietario, que es una miniempresa, una mipyme, es desarrollar su objeto social y digamos que su objeto es vender combustible, pero nos han impuesto tantas normas que cada vez es más difícil vender combustible.
La incidencia del precio del petróleo
Con la cotización por encima de los US$85 por barril, como se ha registrado en las últimas jornadas, el costo de los combustibles líquidos comercializados en Colombia podría registrar alza en las siguientes semanas.
Pese a que Colombia es un país productor, el aumento se explicaría por las altas cotizaciones y la volatilidad del crudo, lo cual obligaría al mecanismo a pagar un excedente mayor en el mercado interno.
Y teniendo en cuenta el estimado de US$63 por barril por parte del Ministerio de Hacienda, el déficit estaría $2,9 billones por encima de lo previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que prevé $5,7 billones.
El director de investigaciones económicas de Corficolombiana, José Ignacio López, explicó que la apreciación del tipo de cambio en la moneda compensaría, hasta cierto punto, la valorización en los precios del crudo y de los combustibles.
“Ya se dio un primer ajuste de los precios en este semestre. Estamos calculando que, frente a presiones adicionales, se produciría un déficit importante no solo para 2021, sino para 2022”, explicó el investigador.
Así, pese a ser el aumento de precios del crudo una buena noticia desde el punto de vista fiscal, lo cierto es que este mecanismo podría verse comprometido por su saldo negativo.
No obstante, el Ministerio de Minas y Energía afirmó que de no existir el Fepc, durante septiembre los consumidores habrían tenido que pagar hasta $2.900 adicionales en el caso de la gasolina corriente y $3.300 para el escenario del diésel.