La energética Enel se anotó un beneficio neto atribuido de 1.247 millones de euros en el primer trimestre de 2020, lo que equivale a un descenso del 0,7% en comparación con las ganancias contabilizadas en el mismo periodo del año pasado, según ha informado este miércoles la empresa.
La firma ha cuantificado en 22 millones de euros el impacto de la pandemia del Covid-19 en el beneficio neto.
Si se descuentan los ajustes contables de otras operaciones y el impacto positivo de la venta de una participación de Mercure durante el ejercicio anterior, el beneficio neto ajustado de Enel se situó en 1.281 millones de euros en el primer trimestre del año, un 10,5% más que un año antes.
Los ingresos entre enero y marzo del máximo accionista de Endesa ascendieron a un total de 19.985 millones de euros, lo que supone una contracción del 12,2% en comparación con el año anterior.
Este abultado cambio se corresponde con los menores volúmenes de electricidad registrados en Italia y España, así como a la contracción del área de generación térmica.
Por áreas geográficas, los ingresos procedentes del país transalpino cayeron un 13,8%, hasta 10.915 millones de euros, mientras que en la región de Iberia alcanzaron los 4.683 millones, un 7,2% menos.
En Latinoamérica, la cifra de negocios de la energética se situó en 3.742 millones de euros, lo que supone un descenso del 13,2%, al tiempo que en el resto de Europa la facturación se contrajo un 8,9%, hasta 581 millones de euros.
De su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de Enel mejoró un 3,5%, hasta 4.708 millones de euros. El resultado neto de explotación (Ebit), en cambio, se aceleró un 4,3%, hasta 3.109 millones de euros.