Economía mundial en ‘pie de guerra’ contra la pandemia | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 22 de Marzo de 2020
Agence France Presse
Mientras las principales bolsas suben y bajan, las tasas de interés caen y el petróleo se desploma, los gobiernos y bancos centrales lanzan salvavidas financieros para frenar impacto recesivo del Covid-19 ¿Será suficiente?

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Los principales indicadores muestran que la economía mundial se resiste al desastre económico que está produciendo el Covid-19.

El impacto económico global como consecuencia de la pandemia está aún por calcularse, ya que en muchos países aun no llega el momento más crítico. Se estima que el decrecimiento de la economía global sea de un 6.5% según un estudio realizado por Google. Italia, el país más afectado por la enfermedad, tendría una potencial recesión del 60%. Este mismo estudio identifica que las búsquedas por temas de salud, finanzas y gobierno han tenido un incremento entre el 12% y el 18%. Por el contrario, las búsquedas que decrecen son la categoría de ropa, con un -2%, y la más impactada, viajes y turismo, con decrecimiento del 10%.

Tras varios días de altibajos, el pasado viernes las bolsas europeas cerraron en alza al final de otra semana de gran volatilidad. El repunte se dio alentado por el paquete de estímulos del Banco Central Europeo para sostener la economía en tiempos de coronavirus. Sin embargo, Wall Street cerró en rojo después del anuncio de que Nueva York se sumaría a California y a partir de hoy entrará en cuarentena.

En la eurozona, los mercados reaccionaron positivamente a las medidas sin precedentes del BCE y la Unión Europea para sostener a sus economías, tras las medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus que están paralizando amplios sectores de la economía en el viejo continente.

París cerró la jornada con un avance del 5%, Fráncfort 3,7%, Londres 0,80%, Madrid, 0,74% y Milán 1,7%.

Artillería pesada

Las subidas de las principales bolsas europeas son el "resultado de la gran artillería desplegada por los bancos centrales", dijo James Hughes, analista de Scope Markets.

"Los mercados odian la incertidumbre ¡y no podríamos estar en tiempos más inciertos!", dijo al referirse a la pandemia Covid-19 que ha matado a más de 11.000 personas en el mundo.

El viernes, el BCE anunció que la flexibilización de las reglas de capitalización obligatoria para los bancos permitirá liberar 1,8 billones de euros adicionales para créditos a empresas y hogares, lo que se suma a los 750.000 millones de euros en estímulos para la compra de deuda pública y privada de países de la zona euro afectados por la pandemia.

Asimismo, la Unión Europea se encaminaba a flexibilizar las estrictas reglas sobre déficits públicos para permitir a los gobiernos abrir el grifo del dinero en estas circunstancias excepcionales.

En Estados Unidos, de otro lado, el Congreso negociaba un paquete de estímulo de 1 billón de dólares para ayudar a los ciudadanos golpeados por el coronavirus, y ayudas de 1.200 dólares para los adultos que ganen menos de 99.000 dólares al año.

También se incluye un monto de 208.000 millones de dólares en créditos a las empresas afectadas por la crisis - $58.000 millones para el sector aéreo, que prácticamente ha tenido que dejar todos sus aviones en tierra- y 300.000 millones en préstamos para los pequeños negocios.

Esto se suma al recorte de los tipos de interés anunciados por la Reserva Federal (FED) y medidas para proporcionar liquidez a los mercados.

"Los negocios no esenciales cerrarán en Nueva York para frenar el coronavirus", dijo el analista de mercados David Madden de CMC Markets UK. "Los agentes de bolsa están aterrorizados de que estas medidas se anuncien en otras partes del país también".

Petróleo en caída libre

Por su parte, el mercado del petróleo no pudo mantener el viernes el rebote registrado el jueves tras una directiva del presidente estadounidense Donald Trump que permite recargar las reservas estratégicas hasta su capacidad máxima, con la compra de 77 millones de barriles a los productores estadounidenses.

El Brent caía por debajo de los 30 dólares el barril y el West Texas Intermediate llegó a perder más del 10%, por debajo de los 23 dólares.

El precio del petróleo ha perdido más del 50% este año de su valor después de que las medidas para frenar el coronavirus redujeron drásticamente la demanda, y a que dos de los principales productores, Arabia Saudita y Rusia, están enfrascados en una guerra de precios.

Mientras tanto en los mercados del mundo se analiza si todos esos miles de millones son suficientes para garantizar créditos a las empresas, aliviar cargas tributarias o sociales o comprar deuda soberana. A hoy es difícil descifrar la avalancha de anuncios de planes de apoyo económicos para hacer frente al coronavirus. Y quizá sean insuficientes.

Directores de empresas, analistas de mercado, economistas coinciden: todo el mundo busca liquidez. "Asistimos a un movimiento de pánico en el que tanto los mercados como las empresas buscan liquidez a cualquier precio, y venden todo lo que es vendible", dice Agnés Benassy-Quéré, profesora de la escuela de Economía de París.

Para frenar la hemorragia en esta "situación excepcional", "hemos entrado en una guerra de ofertas entre actores políticos públicos, gobiernos y bancos centrales", dice el economista jefe de la compañía de seguros Allianz Ludovic Subran. "En vez de dar palos de ciego, como se le reprochó al inicio al BCE, anuncian lo máximo posible", dice.

Pese al rosario de anuncios espectaculares, las bolsas no han parado de desplomarse. "Los mercados están en modo aversión al riesgo porque han integrado que estamos en una recesión y que cualquier seguridad será única en términos de amplitud", explicó Christopher Dembik, responsable de investigación económica de Saxo Banque.

"Hay que ir más allá del aplazamiento de los impuestos y de las garantías del Estado", estima Dembik, que propone, siguiendo el modelo estadounidense, incentivar la demanda dando dinero a los hogares, "pero en el buen momento, cuando la crisis esté controlada y las empresas vuelvan a abrir". Asimismo, sugiere "una reducción temporal pero muy drástica de la fiscalidad a las empresas"./