Luego de las elecciones presidenciales se han dado algunas especulaciones sobre el comportamiento de la economía en el país.
Al respecto la calificadora Standard and Poor's (S&P) Global Ratings afirma qua espera que el crecimiento económico de Colombia sea sostenido, ayude a reducir los déficits fiscales y a estabilizar la deuda neta del gobierno general en torno a 60% del Producto Interno Bruto (PIB) durante los siguientes tres años. Además, estima que el endurecimiento monetario ayude a contener la inflación.
Asimismo, afirma que la perspectiva para el país es estable, aunque “podríamos bajar la calificación en el próximo año o dos si la nueva administración no logra mantener el consenso político sobre las políticas para sostener las expectativas de crecimiento o si el crecimiento del PIB está por debajo de nuestras expectativas, lo que podría indicar una menor resiliencia económica en el contexto de un crecimiento global más lento y tasas de interés más altas”.
Entre tanto, la calificadora afirma que es indispensable que la nueva administración pueda implementar reformas sociales y económicas, así como mantener la estabilidad macroeconómica y el crecimiento continuo del PIB.
Desafíos económicos
S&P sostiene que Colombia padece una alta desigualdad de ingresos y una pobreza persistente, a pesar de muchos años de crecimiento económico. La economía colombiana se recuperó rápidamente el año pasado de la recesión de 2020.
En ese sentido, el fuerte crecimiento del consumo, la inversión y las exportaciones debería dar lugar a una expansión del PIB de alrededor de 4,6% en 2022 y un promedio de 3% durante 2023-2025, mejor que otras grandes economías en América Latina. Sin embargo, la nueva administración afronta el desafío de garantizar que los frutos del crecimiento se distribuyan más ampliamente en toda la sociedad.
De otro lado, cabe destacar que es probable que la implementación acelerada del ambicioso programa de infraestructura de Colombia detone más inversión privada, lo que respaldaría las expectativas de crecimiento a largo plazo.
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Diversificación
Entre tanto, las medidas para diversificar la economía podrían fortalecer la posición externa del país en el largo plazo, además de hacerlo menos vulnerable a cambios repentinos en los precios de las materias primas. A pesar de firmar acuerdos de libre comercio con muchos países (incluido Estados Unidos), los ingresos de exportación de Colombia aún dependen en gran medida del petróleo y el carbón.
Por otra parte, EL NUEVO SIGLO habló con Felipe Campos, gerente de Inversiones y Estrategias de Alianza, compañía líder en el mercado colombiano en fiducia e inversiones.
Con respeto a los posibles riesgos de inversión con los resultados de la última contienda electoral, Campos le dijo a este medio que “en principio no hay riesgo; de hecho, los inversionistas internacionales han insistido en que los procesos de estrés político pueden verse como oportunidades de inversión. Además, muchos de ellos ya han invertido en la región, que tiene varios mandatarios de izquierda”.
Aunque para el analista es importante “esperar qué puede pasar con algunos aspectos como por ejemplo el tema de la exploración petrolera. Gran parte de la inversión colombiana es en petróleo; en este punto habría un riesgo grande, de acuerdo a las decisiones que se tomen desde el Gobierno”, añadió Campos.
Reforma
El experto sostuvo que “otro tema importante es la reforma tributaria. Dependiendo de cómo se manejen los impuestos para las empresas y las personas, puede que haya algunos riesgos de inversión más adelante, pero por ahora el mensaje es: hay que esperar cuáles son las reformas principales del Gobierno, cuáles va a defender, y de acuerdo con eso revisar hasta qué punto va afectar algunos elementos que tienen que ver con la inversión como las empresas, las personas de altos ingresos o el sector petrolero”.
Por su parte, S&P Global Ratings sostiene que “esperamos continuidad en los pilares clave de la política, como las metas de inflación, la política monetaria y un tipo de cambio flexible. El marco institucional del país, que incluye un banco central independiente y una contraloría fiscal fuerte, limita las acciones discrecionales del presidente. Además, el gobierno de Colombia contiene pesos y contrapesos que darán forma a las políticas de la nueva administración y el fuerte poder judicial tiene un historial de resistencia a la presión política de los presidentes”.