Cuando el primer proyecto de reforma tributaria presentado en abril de este año se cayó en el Congreso, se agravaron las perspectivas del país de recuperar el grado de inversión por parte de las firmas calificadoras Standard and Poor’s (S&P) y Fitch Ratings.
Sin embargo, la reacción del Gobierno al presentar otro proyecto tributario denominado Ley de Inversión Social, hizo que las agencias internacionales miraran con mejores ojos las perspectivas fiscales, que, aunque no han decidido cambiar su postura calificatoria sí ha bajado su presión a Colombia.
No en vano, la firma Moody`s mantiene a Colombia en grado de inversión, con (Baa2/Negativo) y DBRS (BBB Low/Estable). Asimismo, tanto Ficht como S&P han revisado la calificación al nivel BB+/Estable.
La nota de riesgo de Colombia se estabiliza en los nuevos niveles, como lo evidencian las perspectivas estables de tres de las cuatro calificadoras.
Pero asimismo ha servido el encuentro de la semana pasada del presidente Iván Duque en Washington con las calificadoras de riesgo, donde el Gobierno les explicó las perspectivas de crecimiento y las incidencias de la reforma tributaria. En dicha reunión, Duque les pidió a las agencias que miraran al país con los indicadores que traía antes de la pandemia y mejoraran así sus notas de riesgo.
No en vano el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo que “la confianza de los mercados locales e internacionales se mantiene robusta, como lo demuestran los $10 billones de inversión extranjera que han ingresado al mercado de deuda pública colombiano en los últimos tres meses”.
Percepción
Luego del encuentro Richard Francis, analista principal de Calificaciones Soberanas para Colombia de Fitch Ratings, dijo respecto a la percepción que hoy tiene del país, que “nosotros no hemos cambiado nuestra metodología. Claro que muchos países han sufrido por la pandemia y se vieron obligados a aumentar sus gastos, eso es entendible, pero también hay un aumento de deuda y nosotros calificamos la capacidad de un gobierno para pagar su deuda y entre más deuda, mayor riesgo”.
Respecto a cómo analizan desde Fitch Ratings la reforma tributaria, Francis dijo que “es un buen paso para tener un ajuste fiscal, eso es positivo, pero nosotros también entendemos que los ingresos solo van a llegar en 2023 y probablemente van hacer insuficientes para estabilizar la deuda en proporción del PIB, es por ello que Colombia va a necesitar adelantar otras medidas para reducir el déficit fiscal en el mediano plazo”.
Reformas
Sobre lo que requería Colombia para volver a recuperar el grado de inversión con Fitch, el analista sostuvo que “primero se deben adelantar reformas para mejorar las perspectivas de crecimiento en el mediano plazo. Una reforma tributaria, una reforma laboral, diversificar las exportaciones, incrementar la producción de petróleo y gas. Segundo, en Fitch vamos a necesitar ver medidas para incrementar ingresos o bajar los gastos no solo para estabilizar la deuda con relación al PIB, sino también para empezar a bajarla. Si el Gobierno logra tener más crecimiento, la deuda empezaría a bajar y eso sería suficiente para mejorar y en dos o tres años después, ver incrementada la calificación”.
Señaló que “normalmente cuando un país ha perdido el grado de inversión podría tardar hasta siete años para recuperarlo, pero hay al menos un caso donde fue en tres años.
Asimismo, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo aseguró que la reunión del presidente Duque con las firmas calificadoras era para “contarles en qué estamos, cómo avanzamos con el proyecto de Ley de Inversión Social, cómo estamos en crecimiento económico y qué estamos haciendo en el manejo de la cuenta corriente”.
Así las cosas, el encuentro en Estados Unidos de Duque con las firmas calificadoras tomó importancia no solo por la pérdida del grado de inversión sino también por las advertencias que hicieron recientemente sobre la reforma tributaria y la deuda del país.
Avances
Por su parte, Manuel Orozco Escudero, especialista para el Grupo de Calificaciones Soberanas y de Finanzas Públicas Internacionales en Standard & Poor’s, dijo que “con la reforma tributaria, es difícil ver un escenario de Colombia volviendo a los niveles de deuda prepandemia, pero es un avance en el mensaje que se está haciendo la tarea. Esta reforma no resuelve los problemas estructurales, dado que cuenta con un sistema fiscal ineficiente. Creemos que en el mediano plazo Colombia llevará a cabo nuevas reformas que le permitan incrementar la competitividad”.
Endeudamiento
De otro lado la firma Credicorp Capital, al analizar esta situación del país, sostiene que “tras la aprobación de la reforma tributaria, se ha disminuido momentáneamente la incertidumbre sobre la política fiscal de Colombia. Si bien las necesidades de financiamiento seguirán siendo altas en el corto plazo, con la reforma se limitan los riesgos alcistas en este frente, e incluso se están incrementando las probabilidades de un escenario de menores necesidades de endeudamiento en los próximos trimestres, producto de una recuperación de la actividad económica más fuerte que lo esperado anteriormente (lo que ya se está empezando a ver reflejado en recaudo tributario), al igual que por unos mayores niveles de precios de materias primas, especialmente el petróleo”.
Manifiesta en su análisis, que “en una sesión reciente del Comité de la Regla Fiscal, el gobierno expresó que, ante los resultados positivos recientes en materia de actividad, sería deseable (y potencialmente alcanzable) terminar el año con un déficit fiscal del GNC inferior al 8.6% del PIB, meta actual del gobierno. En general, se han dado mejoras en el margen en el frente fiscal en meses recientes, lo que implica que el principal punto de incertidumbre y atención para los mercados será la evolución de la política monetaria”.
Señala que, ante la decisión del Banco de la República de aumentar las tasas de interés, “en recientes encuestas se observa que el consenso anticipa una serie de aumentos de 25 puntos básicos en la tasa repo y que llevarían la referencia hasta el 2.50% para cierre de año, mientras que en 2022 se anticipa que el ciclo continuaría de manera paulatina hasta alcanzarse niveles de 3.50%-3.75%”.
“Dichas expectativas son similares a nuestra senda proyectada, con la diferencia de que anticipamos un ciclo más continuo en los próximos meses que implicaría que el nivel de 3.75% se alcanzaría de manera más rápida, pero con una alta probabilidad que en 12 meses se alcance un nivel de 4.75%”, señala.
La rebaja de riesgo crediticio
Cuando Fitch bajó la calificación crediticia del país explicó que fue por el deterioro de las finanzas públicas con grandes déficits fiscales entre 2020 y 2022 hasta 6,9%; un nivel de endeudamiento público en aumento superior a 60% del PIB y una menor confianza en la capacidad del Gobierno para colocar deuda de manera creíble en una trayectoria descendente en los próximos años.
En su momento, Fitch especificó que el nivel de deuda bruta del Gobierno Central ahora es más del doble del nivel que cuando se obtuvo el grado de inversión, y alerta que el otro año el nivel será mayor, por lo que la economía estará expuesta a shocks locales y externos.
Por su parte, Standard & Poor’s señaló que “el ajuste fiscal de Colombia resultará más prolongado y gradual de lo que se esperaba anteriormente, disminuyendo la probabilidad de revertir el reciente deterioro de las finanzas públicas. Por lo tanto, bajamos nuestra calificación en moneda extranjera a largo plazo de Colombia a ‘BB +’ de ‘BBB-”.
Moody’s, por su parte, si le mantiene el grado de inversión a Colombia. Recientemente la firma indicó que el perfil crediticio del país está alineado con la mediana de la calificación Baa, que es el nivel de grado de inversión de la firma.