Pese a que el Gobierno anunció que está pensando en modificar y aflojar en algunos impuestos que contempla en el proyecto de reforma tributaria que está en curso en el Congreso, ha insistido en que uno de sus puntos inamovibles es que las personas que tienen más altos ingresos paguen más.
Así lo ha insistido el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en los últimos foros a los que asistió, como en un evento de ANIF y en su cita con los integrantes de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, en la que se presentó el cronograma de trabajo para la discusión de la iniciativa tributaria.
Ocampo fue enfático en que más impuestos para personas naturales de altos ingresos no se cambiarán porque "es parte del efecto redistributivo de la riqueza que tiene esta reforma". Sin embargo, se mostró partidario de no gravar actividades culturales ni la edición de libros.
Dentro de la hoja de ruta para socializar la tributaria en las próximas dos semanas, se realizarán sesiones de trabajo con los parlamentarios, reuniones con los ponentes, y además con los partidos de la oposición. La próxima semana Ocampo se reunirá con los gremios de producción en Bogotá para que empresarios expresen su visión sobre la reforma tributaria. También el jueves tendrá un encuentro en Barranquilla y otro en Cúcuta. Todos antes de la votación de la reforma.
El recaudo
Al referirse a la posibilidad de que se reduzca el monto de recaudo de $25 billones, como lo planteó el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, el ministro dijo que para el sector empresarial no hay muchos cambios "acá el grueso del recaudo está para personas naturales de altos ingresos y también para el sector de hidrocarburos y carbón, impuestos adicionales y un cambio en las reglas de regalías".
El ministro también aseguró que uno de los grandes cambios será en las zonas francas, aunque sobre estas hubo un acuerdo para que comiencen a exportar.
Asimismo, Ocampo sostuvo que tendrá reuniones con los representantes de la bancada de Cambio Radical que anunciaron que no votarán la reforma. "Eso hace parte de los diálogos que se tendrán con todos los actores de la sociedad en torno a la iniciativa" para su mayor entendimiento y comprensión, dijo.
Al analizar con detenimiento el proyecto de reforma tributaria que actualmente cursa en el Congreso, el Gobierno empezó a hacer ajustes al articulado. En el foro de ANIF, el ministro de Hacienda dijo que no se van a imponer más impuestos a la explotación del oro, se bajará lo que se tiene establecido cobrar a los dividendos y ganancias ocasionales y se eliminará de la iniciativa la propuesta de quitar los subsidios a los combustibles en zonas de frontera.
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Los dividendos
Durante el seminario de perspectivas económicas de ANIF, el ministro sostuvo que “una de las cosas que quisimos hacer, que a la postre no va a ser así, era simplificar todo el régimen tributario. Todos los ingresos son iguales, de cualquier fuente que sea. Pero parece que en dividendos y en ganancias ocasionales no será así”.
En efecto, el Gobierno proponía cambiar la tarifa de 10% para los dividendos por las tarifas marginales de la tabla general que llega hasta una tasa de 39% para aquellos en el tramo de ingresos más altos.
En lo referente a las ganancias ocasionales, el Ministerio de Hacienda proponía también cambiar las tarifas de 10% para herencias, donaciones y enajenación de activos y de 20% para rifas y loterías por estas mismas tarifas marginales de los ingresos ordinarios.
Por su parte en lo concerniente a exportaciones del oro, en la tributaria el Gobierno proponía un impuesto de 10% a las exportaciones extraordinarias tanto de este metal, como del petróleo y del carbón. Es decir, sobre la proporción del valor de las exportaciones derivada de un precio internacional superior al umbral, como ocurre con los precios del crudo, que rondan los US$100.
Sin embargo, el ministro Ocampo aclaró que el impuesto a las exportaciones de oro se va a eliminar, ya que hacerle seguimiento sería muy difícil por la minería ilegal que afecta al país.
Señal positiva
Mauricio Santa María, presidente de ANIF, presentó un amplio panorama de la situación económica actual del país, que lo llevó finalmente a recalcar el papel crítico que tendrá la reforma tributaria. “Que el nuevo gobierno haya visto la prioridad de hacer una reforma tributaria manda una buena señal de responsabilidad fiscal. El déficit fiscal y las necesidades sociales crecientes de gasto requieren de un ajuste de recaudo”, dijo Santa María.
El directivo del centro de pensamiento financiero aplaudió ciertas iniciativas de la reforma, como la eliminación de exenciones. Sin embargo, resaltó algunos puntos que necesitan atención: “La tributación a las exportaciones de hidrocarburos y minería en general es excesiva. La inclusión en la cédula única de dividendos y ganancias ocasionales puede generar temas de doble tributación, lo que desincentivaría la inversión y generaría mayor evasión”, aseguró Santa María. “Además, aumentar la base gravable de personas naturales que pagan renta haría que el sistema fuera más progresivo y se generarían importantes recaudos. Con nuestra propuesta de tasas marginales progresivas, se estima un recaudo de cerca de 0,8% del PIB”.
Pedidos
De otro lado, la representante a la Cámara por Bogotá María del Mar Pizarro pidió desmontar la exención en el impuesto de renta a favor de los bancos que hagan préstamos para adquirir viviendas de interés social.
Según la congresista, esta es una medida desigual, ya que las entidades financieras cobran intereses sobre estos préstamos y no tienen pérdidas.
“Teniendo en cuenta la actual situación fiscal del país, y las necesidades del pueblo colombiano, queremos hacer un llamado a la solidaridad del sistema financiero. Quitando esta exención podríamos recaudar más de un billón de pesos, que sería un rubro importante en el presupuesto nacional y que se podría utilizar para bajarle la tarifa de renta a la pequeña y mediana empresa”, dijo.
Y agregó que, de esta manera, se podría aumentar la productividad nacional.
También advirtió que, en comparación con los bancos, estas empresas están pagando un 78,7% más en la tasa de tributación efectiva.
“Con esto podríamos reducir la carga tributaria de estas pequeñas y medianas empresas que generan alrededor del 80% del empleo del país y sería una verdadera justicia tributaria”, concluyó.
El no de Cambio Radical
El partido Cambio Radical anunció que votará negativamente a la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro, además de reclamar que se debe especificar qué se va a hacer con los $25 billones que se espera recaudar.
En una carta emitida por la colectividad se establecieron 19 puntos que generan una inconformidad con el proyecto, y que llevarían al partido a no apoyar la reforma, con la que el Gobierno espera recaudar $25,9 billones en 2023.
Entre las razones aparece “el incremento del 10% o más en los precios de muchos productos básicos de la canasta familiar que consumen las personas de más bajos ingresos”, como son las gaseosas, cereales, sopas, entre otros.
La bancada argumentó también su oposición al impuesto de las bolsas plásticas, la derogatoria a incentivos sectoriales, como la exención al sector hotelero y de servicios de ecoturismo, entre otros aspectos.
“La reforma elimina las exenciones para los proyectos de vivienda de interés social que hicieron posible el desarrollo de cientos de proyectos de vivienda para las personas de más bajos ingresos de Colombia”, dice uno de los puntos de la misiva.
Otras observaciones tienen que ver con el impuesto a las ganancias ocasionales, la eliminación del trato preferencial a los precios de combustibles en las zonas de fronteras y el impuesto a los dividendos.
"Como bancada del partido Cambio Radical hemos tomado la firme decisión de votar en contra de la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro. Esta reforma no es social ni equitativa como lo prometió el Presidente en campaña y golpea fuertemente el bolsillo de los colombianos”, dijo el senador David Luna.