Advierten riesgos de deslizamientos en relleno Doña Juana | El Nuevo Siglo
En el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) vigente, el proyecto Doña Juana cuenta con zonas de aprovechamiento./Alcaldía de Bogotá
Jueves, 23 de Mayo de 2024
Redacción Bogotá

Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), expuso que existe un riesgo medio de deslizamiento para la zona norte en el relleno sanitario Doña Juana, de Bogotá.

Los riesgos directos se presentarían tanto en las vías de acceso como en las chimeneas, la instrumentación y la planta de tratamiento de biogás del Relleno Sanitario Doña Juana, que actualmente genera 0,5 megavatios de energía por hora.

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“La afectación se daría en el área donde se ubican las antorchas encargadas de incinerar el biogás que queda de generar la electricidad”, señala el estudio.

El geólogo Juan Diego Lozano López, magíster en Ingeniería - Geotecnia de la UNAL, dijo en un comunicado que “un deslizamiento de este tipo dejaría expuestas enormes cantidades de residuos en descomposición, atrayendo plagas de vectores como roedores, insectos y aves de rapiña que representan un grave riesgo sanitario, en especial para los barrios vecinos como Mochuelo Alto y Mochuelo Bajo, de la localidad de Ciudad Bolívar”,

Las cerca de 6.000 toneladas de residuos que diariamente recibe este vertedero –el tercero más grande de Latinoamérica– ha generado un talud de gran altura, que además de aumentar la presión sobre el terreno, da lugar a que el suelo se desestabilice.

En su estudio, el magíster evidenció que la zona norte del área actual de operación del Relleno tiene una probabilidad de deslizamiento con un riesgo medio estimado entre el 1 y 1,15 % para marzo de 2023, debido a las características cambiantes e inestables de los residuos sólidos depositados allí.

“En la basura, la materia orgánica pasa de su fase sólida a su fase líquida y gaseosa generando lixiviados (líquidos oscuros que se producen por la descomposición de esta) y biogás que pueden causar inestabilidad. Las condiciones cambian con la operación, las lluvias y otros factores ambientales”, afirma.

Ante este escenario, una de las principales conclusiones y recomendaciones del estudio es reforzar y mejorar urgentemente las chimeneas utilizadas para extraer los lixiviados y gases de la masa de residuos.

“Las chimeneas actuales son simples tubos de PVC que se doblan y colapsan frecuentemente bajo las increíbles presiones ejercidas por los desechos en descomposición. Sería mejor reemplazarlas con robustas chimeneas de concreto con bases de mayor área capaces de resistir los empujes”, precisa.