La economía de Estados Unidos creció más de lo esperado por el mercado en el tercer trimestre de 2012, pero a un nivel todavía insuficiente para permitir que el desempleo baje, según la primera estimación oficial para este período publicada ayer.
Entre julio y setiembre y en comparación con el trimestre anterior, el PIB estadounidense se expandió 2,0 por ciento en proyección anual, según datos del Departamento de Comercio. En el segundo trimestre el crecimiento del PIB había alcanzado 1,3 por ciento con relación al trimestre anterior.
Este nivel de crecimiento es ligeramente superior a lo esperado por el mercado (1,9 por ciento).
A diez días de la elección presidencial que enfrenta al presidente Barack Obama y al republicano Mitt Romney, la tasa de crecimiento sigue inferior al 2,3 por ciento a 2,5 por ciento mínimo estimado por la Reserva Federal (Fed, banco central) para permitir que el desempleo baje.
En setiembre, la tasa de desempleo en Estados Unidos tocó 7,8 por ciento, el mismo nivel anterior a la llegada de Obama a la Casa Blanca en enero de 2009, en medio de una crisis financiera.
"Recibimos hoy una nueva serie de noticias económicas desalentadoras", afirmó Romney en un comunicado: "Crecimiento económico lento es igual a lento crecimiento del empleo y baja del salario real. Es el resultado de cuatro años de presidencia de Obama".
La Casa Blancainsistió por su parte en que la reactivación continúa y se registra crecimiento por "décimo tercer mes consecutivo", aunque reconoció nuevamente que todavía falta camino por recorrer para sacar al país de la crisis.
No obstante, el gobierno señala que las cifras del PIB son "una prueba adicional de que la economía avanza en la dirección correcta".
Según el departamento de Comercio, el crecimiento económico se vio sostenido en el tercer trimestre por el consumo de los hogares, el gasto público -especialmente en materia de defensa- en primer lugar, y la inversión en vivienda.
El consumo de los hogares aseguró 71 por ciento del aumento del PIB.
Los gastos públicos militares registraron su mayor incremento en más de tres años (13 por ciento) y explican 0,6 puntos de crecimiento en el trimestre pasado.
El crecimiento se vio frenado, en cambio, por el comercio exterior, la inversión privada, excluyendo la vivienda, y la caída de las existencias agrícolas provocadas por la sequía que afecta en especial el centro del país desde mediados de junio.
Para Nigel Gault, de la asesoría IHS Global Insight, el crecimiento solo avanza en apariencia.
El incremento del gasto público que explica el aumento del crecimiento del trimestre pasado sobre el anterior, "no se repetirá" y "de forma general, la economía solo dispone de un impulso frágil", destacó, previendo un crecimiento similar de 25 en el último trimestre del año.
Su colega Peter Newland, de Barclays Capital, tiene similar opinión. "Nada en las cifras del PIB hace pensar que la actividad se desvíe, para bien y para mal, de un crecimiento mediocre".
En tanto, la universidad de Michigan anunció ayer que su indicador sobre la confianza de los consumidores subió en octubre a su nivel más alto en cinco años, a pesar de todas las incertidumbres sobre el futuro económico del país.