2016 no pasará a la historia como un buen año para la economía del país. El Banco de la República y los principales centros de estudios económicos de Colombia han dicho que la meta de crecimiento trazada para este año no se cumplirá. El último dato de Fedesarrollo estima que el PIB apenas llegaría al 2%.
Ante esta situación ya el Gobierno mostró incertidumbre por los resultados que debe arrojar el tercer trimestre del año, cuyos resultados los revelará mañana el DANE.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que el paro camionero en julio tuvo un efecto negativo en los resultados de la economía para el periodo julio-septiembre.
"Las cifras del DANE muestran que los costos económicos del paro camionero fueron enormes", aseguró en un foro de ANIF.
Afirmó que el daño ya está hecho y los datos del tercer trimestre del año están sumamente afectados por lo que pasó en el mes de julio en todos los sectores desde el agro hasta la construcción.
Para Cárdenas el paro pasó su cuenta de cobro e indicó que no es optimista frente a los resultados del crecimiento de la economía en el tercer trimestre del año.
Solo 2%
En un seminario organizado por ANIF y Fedesarrollo, el director de este centro de estudios económicos, Leonardo Villar, sostuvo que el crecimiento de la economía será de 2 por ciento.
El analista reconoció que lo peor de la desaceleración de la economía está pasando y que ahora viene un lento proceso de recuperación.
Por ello, estimó que el repunte del PIB en el 2017 sería del 2,7% producto de una recuperación de las obras civiles por las inversiones en las concesiones de 4G y por una menor caída de la minería.
En materia de inflación estimó que en el 2017 se podría ubicar en la parte alta del rango meta y descartó que en el corto plazo se presente una reducción en las tasas de interés.
Al hablar sobre la reforma tributaria, el Director de Fedesarrollo consideró que es necesaria su aprobación en vista de que el Gobierno no cuenta con ingresos petroleros.
Al hacer un análisis de la situación del país y la coyuntura de las finanzas nacionales, Villar dijo que para Fedesarrollo, el incremento en el salario mínimo debería estar entre 5,5% y 6%.
Según el dirigente del centro de estudios, ”hay que mirar los datos de inflación de noviembre y ver en qué medida se consolida el proceso de reducción de inflación acelerada que estamos viendo, es muy probable que eso suceda y probablemente terminemos con una inflación este año por debajo del 6%, lo que ayudaría a que termine el otro año debajo del 4%”.
El analista añadió que “un punto fundamental de la negociación del salario mínimo es que tenga en cuenta las dificultades de este año, con un aumento temporal de la inflación, para el otro año la inflación se prevé mucho más baja”.
“En una situación como la actual, con una desaceleración de la economía, hay que ser muy cauteloso para que el aumento del salario mínimo no afecte la creación de empleo, ni la formalización de empleo”.
Desde el Emisor
Un informe del Banco de la República señala que la economía colombiana continúa ajustándose a los fuertes choques registrados desde 2014. La dinámica del producto ha sido más débil que la proyectada y la inflación ha descendido, pero sus expectativas para 2017 superan la meta.
Los efectos de los choques transitorios de oferta que han afectado la inflación y sus expectativas han comenzado a revertirse y se espera que esta tendencia continúe.
Señala el Emisor que los indicadores de actividad económica para el tercer trimestre de 2016 señalan que el crecimiento del PIB fue menor que el del primer semestre del año, con dinámicas de la demanda externa e interna más débiles que las proyectadas tres meses atrás.
El crecimiento promedio de los socios comerciales de Colombia ha sido bajo y menor que el previsto, por lo cual las exportaciones del país diferentes a bienes básicos han tenido un desempeño pobre.
Coherente con el deterioro del ingreso nacional, la demanda interna ha continuado ajustándose. A esto se sumó el choque negativo en la oferta que generó el paro camionero, que afectó de forma significativa varios sectores de la economía.
Con estos datos, y con las nuevas cifras de actividad del cuarto trimestre, el equipo técnico redujo el crecimiento más probable para todo 2016, de 2,3% a 2%, con un nuevo rango proyectado entre 1,5% y 2,5%.
Las cifras
Según un análisis de Alai, Colombia en el 2016 está atravesando una grave situación económica, expresada en la reducción de $16 billones de menos presupuesto, con un déficit de cuenta corriente de 6,5% del PIB en 2015 y una considerable disminución de exportaciones cercana al 35,1% a junio de 2016, sin alternativa productiva a la extracción de petróleo.
Esta realidad económica incrementa las desigualdades sociales y a la vez impulsa las acciones políticas de los sectores de poder a profundizar en la implementación de políticas neoliberales. Una situación crítica que genera elementos clave para analizar los posibles escenarios futuros del país, que producto de estas tendencias se caracterizarán por una gran conflictividad social, por una nueva etapa en la disputa por el modelo económico, por el intento de la ultraderecha de retornar al poder y por el intento de organización de un proyecto político no neoliberal con capacidad de competencia electoral.
El debate económico en el país es precario, encerrado en círculos de académicos y unos pocos políticos. No se evidencian grandes disputas o diferencias económicas en las facciones del poder, que en general pretenden profundizar el neoliberalismo aunque diferenciadas por tensiones sobre las formas de acumulación extractivista: con violencia la ultraderecha y con negociación y judicialización el Gobierno. Además de las discrepancias de énfasis en materia impositiva.