El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea y Colombia es el primero que se negocia con un país de Asia y el Gobierno espera que sea la puerta para entrar a esa región del mundo, se de a conocer y permita crear mayores opciones de negocio que impulsen el crecimiento de la economía nacional.
Uno de los más contentos con la firma fue el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, quien calificó el hecho como un día importante para la política comercial del país luego de que se aprobara un texto que beneficia a las dos naciones.
Una de las características de Corea que más destacó el Ministro fue la capacidad de importación de productos agrícolas del país asiático, lo que genera grandes expectativas de negocio para Colombia, ya que después de que entre en vigencia el tratado Colombia podrá negociar sus productos sin mayores complicaciones.
“El TLC es muy importante porque nos ayudará a generar empleo, especialmente en el sector agrícola”, dijo el ministro Díaz-Granados.
Sin embargo, el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, criticó la negociación y la firma del tratado al considerar que es un pacto que perjudica los intereses de los trabajadores colombianos y sobre todo de las industrias medianas y pequeñas.
Para Robledo “ese TLC es como ponerle un carro bomba en la puerta a la industria instalada en Colombia, con graves consecuencias para el empleo en el país”.
Uno de los intereses de Corea con la consumación del TLC, y que critica el senador Robledo, es la intención de traer industrias asiáticas a este país como las de electrodomésticos, autopartes, automotores, entre otras.
“El TLC con Corea es para favorecer a las trasnacionales coreanas y a los colombianos que intermedian esos negocios a ellos representa Santos”, aseveró el parlamentario.