El papa Francisco llegará "en peregrinación" hoy a Fátima, enclave de fervor popular que recibirá hasta un millón de fieles para la canonización de dos pastorcitos que dijeron haber sido testigos de apariciones de la Virgen María hace 100 años.
Una multitud de 400.000 peregrinos del mundo entero se congregará en la enorme explanada de la Basílica de Fátima, Portugal, para recibir al "papamóvil" la tarde de hoy, mientras que otros tendrán que conformarse con ver las ceremonias en pantallas.
El pueblo de 12.000 habitantes acogerá el fin de semana a 40.000 personas que llegarán a pie, 2.000 periodistas, 100 grupos de peregrinos, 2.000 curas, 71 obispos, 8 cardenales y 350 enfermos, adelantó Carmo Rodeia, una responsable del santuario.
La población portuguesa (10,3 millones de personas, 89% de ellas católicas) tendrá una nutrida representación, de allí que el papa hablará en portugués.
A su llegada, Francisco se dirigirá a la "Capilla de las Apariciones", erigida en el sitio donde, según la creencia popular, la Virgen se apareció por primera vez, el 13 de mayo de 1917, a los tres pastorcitos.
La madre de Jesús se habría aparecido en seis ocasiones, entre mayo y octubre de 1917, a los hermanos Jacinta (7 años) y Francisco (9) Marto y a su prima Lucia dos Santos (10), a quienes reveló tres "secretos", que la Iglesia católica consideró como proféticos de la historia del siglo XX.
Jacinta y Francisco fueron beatificados por Juan Pablo II en Fátima el 13 de mayo de 2000. Desde 2008, el Vaticano se plantea beatificar a Lucia dos Santos, la mayor de los tres pastorcillos, que se hizo monja y falleció en 2005.
Religiosidad popular
Las revelaciones reportadas por los tres niños, así como los milagros que permitirán al papa canonizar mañana a los hermanos Francisco y Jacinta, no constituyen dogma, es decir, no tienen que ser creídos por todos los católicos.
Pero la Iglesia está muy atenta a la vitalidad de la religiosidad popular en millones de creyentes.
"La Iglesia debe partir de las vivencias de la gente. Si no lo hace, tendría una posición absolutista, un magisterio abstracto", explica el profesor de teología Ermenegildo Manicardi.
La Santa Sede se muestra por ejemplo muy reticente a reconocer las supuestas apariciones constantes de la Virgen desde hace tres décadas en Medjugorje (sur de Bosnia y Herzegovina), aunque despachó un enviado especial para conocer "las necesidades" del millón de peregrinos que anualmente visita el lugar.
Las revelaciones sobrenaturales a fieles son igualmente consideradas por la Iglesia católica como "una ayuda" posible para la vida espiritual en momentos difíciles.
De hecho, las apariciones de Fátima ocurrieron en medio de la Primera Guerra Mundial y tras siete años de persecuciones violentas contra la Iglesia en Portugal, país devenido laico y anticlerical, recuerda el experto Carlos Alberto de Pinho Moreira Azevedo, del Consejo Pontificio de la Cultura del Vaticano.
Papas pastores
Esas revelaciones, reconocidas por la Iglesia católica desde 1930, no suscitan solo el entusiasmo de los más humildes. Francisco será el cuarto papa en peregrinar al santuario mariano.
En tres ocasiones fue Juan Pablo II, quien veneraba especialmente a Nuestra Señora de Fátima, convencido de que le salvó la vida en el intento de asesinato que sufrió en la plaza de San Pedro en Roma, el 13 de mayo de 1981, aniversario de la primera aparición.
El argentino Francisco, que evoca continuamente a María, se muestra muy sensible a la tradición de la piedad popular en América Latina. Fue a la Basílica de la Virgen de Guadalupe en México, el santuario mariano más visitado del mundo, y se dio un baño de masas en Aparecida (Brasil)
La historia
El 13 de mayo de 1917, tres pastorcillos de entre 7 y 10 años afirmaron haber visto a la Virgen María por encima de una encina verde en Cova da Iria, en aquel entonces, un terreno pedregoso cercano a la localidad de Fátima. Esa "mujer más brillante que el sol" se les apareció otras cinco ocasiones en los meses siguientes.
La emoción que causó el anunció llevó a entre 50.000 y 70.000 personas a reunirse en Cova da Iria durante la última aparición, el 13 de octubre, cuando se produjo un fenómeno meteorológico raro descrito como "el milagro del sol".
La devoción a Nuestra Señora de Fátima, que la Iglesia no autorizó oficialmente hasta 1930, ha estado marcada por intensas manifestaciones de fe. Para expiar los pecados o agradecer a la Virgen la ayuda prestada a los fieles con problemas de salud, amor o dinero, numerosos peregrinos caminan hasta Fátima durante varios días y recorren de rodillas el camino que lleva hasta la Capilla de las apariciones, de unos centenares de metros.
Francisco Marto y su hermana pequeña, Jacinta, murieron de gripe española en 1919 y 1920, a los diez y nueve años, respectivamente. Los dos niños fueron beatificados por Juan Pablo II en Fátima el 13 de mayo de 2000.
Su prima, Lucia dos Santos, la mayor de los tres pastorcillos, que se hizo monja, vivió hasta los 97 años. El Vaticano se plantea beatificarla desde 2008, tres años después de que falleciera.
Los restos de los tres videntes descansan dentro de la basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que domina sobre la explanada del santuario erigido en Cova da Iria. Un mensaje en tres secretos
Según la versión de la hermana Lucía, la Virgen les dio un mensaje que debían guardar en secreto, pero del que el papa Pío XII desveló públicamente dos partes en 1942.
El primer secreto se refería a una "visión del infierno" para denunciar el ateísmo y las persecuciones contra la Iglesia.
El segundo, evocaba "una guerra todavía peor" a la que estaba teniendo lugar en 1917, y pedía la penitencia de los cristianos y la "conversión de Rusia", en aquel momento sacudida por la revolución bolchevique.
El tercer secreto, revelado por El Vaticano en 2000, contenía una visión, juzgada profética, el del atentado perpetrado contra Juan Pablo II en la plaza de San Pedro de Roma, el 13 de mayo de 1981.
En una visita a Portugal en 2010, su sucesor, Benedicto XVI, aportó una interpretación actualizada, afirmando que la Virgen anunció el "sufrimiento" de la Iglesia, que en aquel entonces se vio salpicada por escándalos de pedofilia.