El presidente chipriota Nicos Anastasiadis anunció que el domingo se dirigirá a la nación para defender el plan de rescate acordado por la Unión Europea (UE) este sábado, que admitió era "doloroso" pero sin el cual el sistema bancario de la isla se hundía.
Anastasiadis, líder de la derecha elegido el mes pasado, subrayó en un comunicado el riesgo de "hundimiento" del sistema bancario sin el préstamo de 10.000 millones de euros acordado por la UE a la isla al borde de la quiebra.
El Parlamento chipriota debe pronunciarse el domingo sobre ese plan de salvamento que incluye compromisos sin precedentes.
El presidente chipriota, de regreso de Bruselas este mismo sábado, se entrevistará con los dirigentes de los partidos políticos de la isla en la noche y hablará el domingo por la mañana ante el Parlamento, donde una Asamblea plenaria está prevista a las 09H30 GMT según la agencia de prensa CNA.
"Teníamos que escoger entre el escenario catastrófico de un default no controlado, y una gestión dolorosa pero controlada de la crisis que pone término definitivo a la incertidumbre", indicó Anastasiadis en un comunicado.
A falta de un acuerdo con los que otorgan los fondos, Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI, "todo el sistema bancario se habría hundido, con las consecuencias que eso hubiera traído", consideró, refiriéndose a miles de quiebras y a la "eventualidad de una salida del euro".
"Además del debilitamiento de Chipre, habría causado una devaluación de la moneda de 40%", subrayó.
Según Anastasiadis, el acuerdo busca evitar un segundo plan de salvamento, al mismo tiempo que mantiene la deuda en un nivel soportable, así como animando a una disminución del déficit.
"La solución que hemos escogido es dolorosa, pero era la única que nos permitía continuar nuestras vidas" sin muchos problemas, añadió.
Bank of Cyprus, primer banco de Chipre, particularmente afectada por su exposición a la crisis griega, calificó las decisiones tomadas en Bruselas de "dolorosas y sorprendentes", al considerar "perfectamente comprensible que la opinión pública esté inquieta".
Para reducir el monto prestado para evitar la quiebra, los suministradores de fondos internacionales pidieron a Chipre instaurar una tasa excepcional e inédita de 6,75% a todos los depósitos bancarios de menos de 100.000 euros y de 9,9% por encima de ese umbral, provocando la furia de los usuarios.
AFP.