El serbio Novak Djokovic, número uno de la clasificación de la ATP, buscará, a partir del lunes, su cuarto Abierto de Australia, tercero consecutivo, en una edición en la que el español David Ferrer y el argentino Juan Martín del Potro intentarán dar la sorpresa.
El tercer Abierto de Australia seguido de Djokovic (antes ganó en 2008, 2011 y 2012) supondría un registro inédito en este Grand Slam desde que comenzó la era Open (1968). Nadie lo logra desde que el australiano Roy Emerson ganara cinco títulos consecutivos entre 1963 y 1967.
En el comienzo de esta edición todavía se recuerda la histórica final que disputó con el español Rafa Nadal el año pasado. Después de cinco horas y 53 minutos, Djokovic ganó y se colocó en situación de igualar a Federer con cuatro victorias en Melbourne.
"Es un desafío enorme. Tengo mucha ambición y el Abierto de Australia es de lejos el Torneo del Gran Slam en el que yo tengo más éxito. Pero soy consciente de que será muy difícil debido a la competitividad que hay en el tenis moderno", explicó el serbio.
Este año no estará Nadal, la baja más importante del Torneo. El español, que no juega desde que fuera eliminado en Wimbledon en junio del año pasado por problemas en la rodilla, vio como una gastroenteritis hace dos semanas retrasó su preparación y finalmente tuvo que renunciar a la primera cita grande del curso.
Los principales rivales de Djokovic serán, una vez más, Federer y el británico Andy Murray, que comparten camino en el cuadro por lo que se verían en una hipotética semifinal.
El suizo, a sus 31 años, competirá por su 18ª victoria en un torneo de Gran Slam. "Me gusta desafiar a la generación que llega. Todo el mundo debe irse un día, pero yo todavía no tengo 89 años", señaló Federer que, contrario a su costumbure habitual, no jugó ningún torneo previo en Australia.
Murray, por su parte, también compite por un registro inédito. Nadie en la era Open ha ganado un segundo título de Grand Slam consecutivo después de haber logrado su primera victoria.
El británico por fin confirmó las expectativas que había generado en los últimos años ganando en la segunda mitad de 2012 el Abierto de Australia y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres.
Entre las potenciales sorpresas, surgen los nombres habituales de la segunda línea de la ATP. Ferrer (cuarto favorito por la ausencia de Nadal), Del Potro y, con menos fuerza, el frances Jo-Wilfried Tsonga, sorprendente finalista en 2008, y el checo Tomas Berdych.
Ferrer, que el sábado ganó el Torneo de Auckland por cuarta vez en su carrera, quiere dar un paso más este curso y entrar por primera vez en una final de Grand Slam. A sus 30 años, el español ha alcanzado un grado de madurez que le permite ser un tenista solvente y competitivo contra los primeros espadas en todas las superficies.
Otro de los tenistas con el que ninguno de los favoritos quiere encontrarse es Del Potro. El argentino, único jugador que ha ganado un torneo de Grand Slam desde 2005 que no es del Top-4 (Djokovic, Federer, Murray y Nadal), busca comenzar 2013 con la regularidad que no ha tenido en los últimos años debido a las lesiones.
A sus 24 años, el ganador del Abierto de Estados Unidos 2009 tiene el tenis suficiente para pelear con los grandes.
En Australia, considerado históricamente el torneo de las sorpresas, hay otros jugadores que pueden dar que hablar. El polaco Jerzy Janowicz, finalista en París-Bercy en Noviembre, y el joven Grigor Dimitrov, conocido como "el Federer búlgaro", son las principales amenazas de la jerarquía, ya instalada durante muchos años, en las alturas de la ATP.
AFP