Pentágono anunció que se propone reducir la cantidad de efectivos del Ejército a su menor nivel desde 1940 y detener varios de sus programas de armamento, aunque para lograrlo debe contar con la autorización del Congreso.
Según los planes del secretario de Defensa Chuck Hagel, la cantidad de soldados del Ejército estadounidense pasaría de 520.000 a 440.000 o 450.000 (-13%), un reflejo de la nueva postura del país tras el fin de las guerras en Afganistán e Irak.
Un ejército del tamaño actual "es demasiado grande con relación a las necesidades de nuestra estrategia de defensa", dijo Hagel al anunciar las prioridades presupuestarias para el año 2015.
El personal de la Guardia Nacional (355.000 hombres en tierra) y de la reserva (205.000) también será recortado en 20.000 y 10.000 funcionarios respectivamente, así como el Cuerpo de Marines, que pasará de 190.000 a 182.000 efectivos. Por el contrario, los integrantes de las fuerzas especiales aumentarán a 69.700 (+ 3.700).
Hagel dijo que los cambios propuestos "deberían resultar en un ejército menor, pero asegurarían que permanezca bien entrenado y claramente superior en términos de equipos y armamento".
Después del fin de la llamada Guerra Fría, el número de efectivos del Ejército había caído a unos 479.000 soldados en 1999, pero creció a causa de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y en 2010 se llegó a los 566.000 soldados. Hagel ya había mencionado previamente la posibilidad de reducir el total a unos 490.000 soldados.
Un alto oficial del sector de Defensa que pidió el anonimato dijo a la AFP que el objetivo debería ser alcanzado hacia 2017 y explicó que se trataría de la menor cantidad de efectivos desde el período previo a la Segunda Guerra Mundial.
El presupuesto del Pentágono ha sufrido recortes en los últimos años, aunque continúa siendo el más alto del mundo. Un acuerdo votado en diciembre entre demócratas y republicanos en el Congreso prevé un máximo de 496.000 millones de dólares para Defensa en 2015.
Tras dos intentos vanos de obtener del Congreso la autorización para cerrar bases inútiles en la actualidad, Hagel anunció un nuevo intento para 2017, antes del fin de la presidencia de Barack Obama.
El funcionario también anunció una auditoría sobre eventuales cierres de infraestructuras en Europa, ya reducidas en un 30% desde el año 2000.
- Cambio de armamento -
Entre las principales orientaciones presupuestales, el Pentágono anunció que quiere preservar algunos de los programas de armamento más importantes, como el de los cazas F-35 y los futuros bombarderos de largo alcance y aviones cisterna.
El Pentágono quiere retirar de servicio todos sus aviones de combate A-10, que datan de la Guerra Fría y fueron utilizados para apoyar a los soldados en Irak y Afganistán. Esto permitiría economizar 3.500 millones de dólares en cinco años.
Sin embargo, en este punto encontrará una fuerte resistencia de algunos legisladores, opuestos a la supresión de los escuadrones de A-10 en sus circunscripciones.
Hagel también pretende retirar los aviones espías U-2, cuyos primeros ejemplares comenzaron a usarse a fines de los años 50, para reemplazarlos por los drones de observación Global Hawk.
La puesta en marcha de estas decisiones depende en gran medida del Congreso. "Los cambios en la composición de los efectivos y de las infraestructuras, así como las reformas institucionales, pueden ser impopulares", reconoció un alto responsable militar bajo anonimato. "Vamos a necesitar la ayuda de los legisladores", agregó./AFP