Los diputados franceses aprobaron ayer la ratificación del tratado fiscal europeo que instaura la "regla de oro" de equilibrio presupuestario, al que se opone una parte de la izquierda por considerar que el texto consagra las políticas de austeridad.
El tratado obliga a los 25 países firmantes a no sobrepasar a medio plazo un déficit "estructural" -es decir que no tienen en cuenta los avatares de la coyuntura- de 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB).
La Asamblea Nacional(Cámara Baja) lo aprobó por 477 votos a favor, 70 en contra y 21 abstenciones. Nueve diputados no participaron en la votación.
Doscientos ochenta y dos diputados de izquierda votaron a favor del tratado, es decir ocho votos más que la mayoría absoluta (274 de los 547 votos expresados), según el detalle de la votación publicado por los servicios de la Asamblea.
Es decir que los votos de la oposición de derecha no fueron determinantes para su aprobación.
El presidente, François Hollande, se congratuló inmediatamente por ese resultado. "Esta mayoría amplia dará a Francia una capacidad suplementaria de hacer oír su voz, es decir que nos permitirá avanzar en la reorientación de Europa que yo emprendí desde mi elección", dijo.
El tratado, y "más allá (...) el paquete europeo que yo presenté (...) permite a la vez tener estabilidad, disciplina, seriedad, pero también crecimiento", sostuvo el presidente socialista.
El resultado de la votación no planteaba ninguna duda, dado que el tratado es apoyado tanto por el Partido Socialista en el poder como por la oposición conservadora y los centristas.
La única incógnita que se planteaba era política, es decir que mayoría votaría por el tratado, al que habían manifestado su oposición la izquierda radical, gran parte de los ecologistas e incluso algunos diputados socialistas.
El texto será examinado a partir de hoy por el Senado. Dado que el Partido Socialista no tiene la mayoría por sí solo en la Cámara Alta, el aporte de la oposición será indispensable esta vez.