Una huelga de diplomáticos israelíes "podría complicar los preparativos" del viaje del papa Francisco a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo, indicó el viernes El Vaticano, sin confirmar las informaciones israelíes sobre una posible anulación.
Según el diario The Times of Israel, el papa se ha visto obligado a anular su visita a Israel a causa de un conflicto laboral en el ministerio de Relaciones Exteriores, que no permite tomar "las disposiciones necesarias" para el viaje.
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, dijo a la AFP que "la huelga en curso constituye un problema y podría complicar los preparativos del viaje".
Según Lombardi, El Vaticano no habló nunca de anular este viaje tan importante.
El portavoz del ministro israelí de Relaciones Exteriores señaló que, a consecuencia de la huelga que comienza el martes, sería "complicado", o incluso "imposible", acoger las próximas visitas previstas de mandatarios extranjeros, como la del primer ministro británico, David Cameron, la próxima semana.
"Los dirigentes podrán venir como turistas, pero los diplomáticos no se ocuparán ni de la logística, ni del protocolo, ni del contenido político y diplomático de las visitas", precisó a la AFP el portavoz, Yigal Palmor.
El nuncio apostólico en Israel, monseñor Giuseppe Lazzarotto, declaró "no tener constancia" sobre la anulación de la visita papal, si bien reconoció que la huelga de diplomáticos israelíes "complicaría las cosas", informa la revista de la custodia franciscana de Tierra Santa en su página web.
Según la agencia de prensa I.Media, que cita fuentes próximas a la organización del viaje, "no hay ningún problema ni preocupación en El Vaticano". "El problema es suyo", añadió un responsable de la Santa Sede en referencia a los israelíes.
En su primer desplazamiento a Tierra Santa, Francisco tiene previsto viajar a Ammán, Belén y Jerusalén, en una "peregrinación" por los lugares del cristianismo.
El viaje a Tierra Santa es siempre delicado por cuestiones de seguridad.
La anulación de la visita papal tendría consecuencias en el turismo, ya que muchos fieles reservaron ya sus viajes con miras a la visita del santo padre.