Los diálogos para buscar una salida a la crisis que se vive en la región el Catatumbo se cumplirán, sin recesos, hasta que se logre un acuerdo.
Así lo expresó el Consejero Presidencial para lo Social, Luis Eduardo Garzón, quien dijo que la idea es no dilatar más la situación y buscar soluciones concretas.
Así mismo, Garzón dijo que el encuentro de ayer fue aprovechado para generar confianza entre las partes y que a partir de hoy se trabajará sobre los cuatro puntos que pusieron sobre la mesa los campesinos que desde hace 18 días adelantan la protesta en la zona y la cual deja ya 4 personas muertas y una veintena de heridos.
Los campesinos propusieron cuatro temas concretos: desarrollo y minería, derechos humanos, la declaratoria de una zona de reserva campesina y alternativas para el programa de erradicación de cultivos ilícitos.
La primera reunión entre la comisión del Gobierno nacional y los representantes de los labriegos se extendió por más de seis horas.
La continuidad en las protestas en medio del diálogo no fue bien visto por el Gobierno nacional, según expresó César Jeréz, uno de los voceros de los manifestantes.
“Ponía el Gobierno la condición que para abordar el temario punto por punto e ir resolviendo y llegando a acuerdos, exigían levantar el paro… cosa que los líderes campesinos rechazaron” señaló Jeréz.
A esta posición se le suma un aspecto de carácter metodológico. “Están proponiendo trabajar todos los temas en conjunto en tres mesas paralelas, pero los campesinos proponen trabajar por mesas pero los temas en bloque abordando punto por punto…” situación que para el representante de los labriegos, fue otro de los puntos de diferencia.
Garzón dijo que “mientras las comunidades campesinas presionan, la gente del común también presiona al gobierno ante los graves efectos que ha originado la no movilización de vehículos por las vías del Catatumbo”.
Agregó que “estamos dispuestos a hacer todo el esfuerzo para que no haya temas vedados, pero también para que salgamos de esa negociación ya”.
Asimismo aseguró que la problemática no sólo cobija a 10 mil campesinos, sino que son unas 160 mil personas afectadas por las condiciones de hacinamiento que genera este paro.
Garzón manifestó que la participación de la Iglesia Católica y del Ministerio Público fortalecen los acercamientos.
Por su parte, la Zona de Reservas Campesinas indicó en un comunicado que “para mitigar la situación alimentaria de los cascos urbanos afectados por la protesta, se está explorando una solución con los organismos del Sistema de Naciones Unidas en Colombia, para llevar a cabo una caravana alimentaria humanitaria en el corto plazo”.
Por su parte, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, señaló que servirá como garante en medio del proceso “esperamos muy prontamente tener una buena respuesta para los campesinos que están en este sector del país…”
Mientras que la Iglesia Católica, a través, del Obispo de Tibú, Monseñor, Omar Alberto Sánchez Cubillos, resaltó la actitud que hasta el momento han mostrado las partes.
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, dijo que con las protestas de los campesinos del Catatumbo se han afectado personas que no tienen que ver con las manifestaciones.
El Ministro indicó que el Gobierno está comprometido con los campesinos de la zona y espera que pronto se llegue a un acuerdo con ellos.