El primer informe de la comisión de expertos que convocó el Gobierno para hacer una propuesta sobre una reforma tributaria estructural, deja un balance que no es novedoso para los colombianos.
El esquema general del informe está soportado sobre el impacto del sistema tributario en general, que aparentemente castiga más a unos pocos y es más suave con el resto de la población.
Para los comisionados, el sistema tributario colombiano es injusto porque está castigando la eficiencia económica, la formalidad laboral y la competitividad de las empresas.
Esta estructura encarece en exceso la inversión, debido a la presencia de impuestos anti-técnicos, como el de riqueza/patrimonio, el de transacciones financieras y el ICA, así como en razón de una tasa nominal sobre utilidades (sumando el CREE y el impuesto a la renta) más alta que en cualquier otro país de la región. Adicionalmente, reduce la generación de empleo formal como consecuencia de las cargas parafiscales remanentes.
La inequidad
Señala esta primera opinión experta, que en el país el sistema tributario es inequitativo, no genera los ingresos suficientes y además no existe claridad en los diferentes impuestos que se pagana tanto a nivel nacional como regional.
En esa maraña de impuestos que tocan a todos los colombianos, el informe indica que hay muchos tributos que no recaudan mucho pero sí generan altos costos administrativos.
Evasión y elusión
Sin embargo, en el informe no se toca el tema de la evasión y elusión de impuestos que es el principal enemigo del sistema tributario.
De acuerdo con el analista Bernardo Ramírez, “ese tema es clave antes que recomendar quitar y poner impuestos. Si el país no ataca de raíz la evasión y la elusión de impuestos, es un contrasentido que se sigan generando tributos para empresas y personas, pero no se hace nada contra los avivatos”.
Aunque la evasión tributaria se ha estimado en 28 billones de pesos, a esa cifra se le debe suma lo que entra de contrabando al país que no paga aduana y la elusión de impuestos. Con ello, la cifra podría llegar a 80 billones de pesos, como lo reconoció a este diario el ex director de la Dian, Juan Ricardo Ortega.
Ortega reconoció que tanto la evasión como la elusión se han convertido en los peores enemigos de las finanzas nacionales, hasta el punto que hoy representan 14 puntos del Producto Interno Bruto, con lo que se podrían realizar 15 reformas tributarias.
Carga baja
Volviendo al informe, aunque en el caso de varios tributos Colombia tiene tasas nominales elevadas en comparaciones internacionales, también registra una de las cargas tributarias más bajas en término de recaudo efectivo.
Ello obedece a una combinación de factores, particularmente de la multiplicidad de exenciones, deducciones, regímenes especiales y demás beneficios, así como de elevados grados de evasión y elusión tributaria.
Indica el informe que parte de las deficiencias del sistema tributario se explican porque en lugar de mejorar los impuestos fundamentales (renta, IVA, predial y contribuciones a la seguridad social), se ha acudido a impuestos que surgieron por estados excepcionales de emergencia económica como el GMF en 1998 y el impuesto al 14 patrimonio en 2002, que se han mantenido desde entonces con carácter transitorio.
Pero dado que no se ha logrado eliminarlos, porque se han convertido en fuente de financiación de gasto corriente, se ha convivido con ellos, afectando la inversión y la bancarización.
Gastos
En resumen, la brecha de recursos tributarios se puede disminuir aumentando el recaudo pero también disminuyendo gastos que no cumplen con los criterios de aumentar la equidad o la eficiencia de la economía. En otras palabras, para cerrar el faltante de ingresos puede contribuir más al crecimiento económico la eliminación de gasto público ineficiente e inequitativo que un aumento en tributos.
Señalan los expertos que en lo tributario, se trata entonces de hacer más equitativo y eficiente el sistema en su conjunto, mejorando el diseño de los dos grandes ejes de la tributación: las utilidades de las empresas, la renta de las personas, riqueza y el IVA en el nivel nacional; e impuestos como el predial en el sistema tributario regional y local. Así mismo, el impuesto a las transacciones, con tasas moderadas podría ser útil para controlar los fenómenos de evasión y fraude.
Sostienen los expertos que el sistema tributario no genera el recaudo necesario para proveer de manera adecuada los bienes públicos a cargo de la Nación, financiar los programas sociales orientados a combatir la pobreza y garantizar las transferencias a las entidades territoriales como lo ordena la Constitución. Los diferentes cálculos de expertos y analistas coinciden en que se necesita un mayor nivel de recaudo para satisfacer estas necesidades pero también indican que Colombia tiene espacio para aumentarlo.
Además, el sistema tributario no contribuye a la equidad horizontal, en la medida en que dos personas naturales o empresas con niveles de ingresos y activos similares, e inclusive desempeñándose en actividades que compiten entre sí, pagan montos de impuestos diferentes, debido a la multiplicidad de regímenes, excepciones y deducciones especiales y también, al alto grado de evasión.
Para los comisionados, el sistema tampoco es progresivo, o equitativo verticalmente, en la medida en que aquellos que tienen mayor capacidad de pagar impuestos no aportan relativamente más al fisco que aquellos con menores posibilidades. En parte, ello obedece a que históricamente los impuestos que podrían dotar al régimen tributario de mayor progresividad, como es el caso del impuesto de renta y a la propiedad de las personas, han recaudado poco en Colombia.
LA ENORME carga tributaria del país está soportada por las empresas legales y colombianos trabajadores, pero no se persigue la evasión y la elusión./ENS