Al menos cinco personas fueron arrestadas hoy cerca de San Francisco, en una violenta manifestación contra el magnate Donald Trump, horas después de que otra protesta contra el aspirante republicano acabara con casi una veintena de detenidos al sur de Los Ángeles.
"Se llevaron a cabo cinco arrestos por poner resistencia a las fuerzas del orden", dijo a la AFP un portavoz de la policía de la localidad de Burlingame, donde tuvieron lugar los incidentes.
Para evitar a la multitud furiosa, el empresario decidió entrar y salir por la puerta trasera del hotel en el que dio un discurso.
"No ha sido la entrada más fácil (...). Ha sido como cruzar la frontera" entre Estados Unidos y México, dijo al comenzar su discurso, una provocación dirigida a los latinos que ondeaban banderas mexicanas fuera.
"Estoy aquí porque no me gusta lo que Trump ha estado diciendo últimamente sobre los inmigrantes y los latinos", contó a la AFP Eric López.
"No todos somos como se piensa que somos", agregó.
Los manifestantes se enfrentaron con agresividad a la policía para poder acceder al edificio, comprobó un fotógrafo de la AFP. Un grupo llegó a subirse a varias estructuras del hotel e intentó romper algún cristal para meterse dentro.
Policías protegidos con cascos presionaron para impedir el avance de los manifestantes, pero éstos aumentaron los forcejeos y les lanzaron huevos.
Los manifestantes también atacaron a los periodistas, a quienes les reclamaron no tomar fotografías.
La muchedumbre gritó "Fuck Donald Trump" ('Que te jodan Donald Trump'), mientras portaba pancartas con la leyenda "El miedo y el odio no son presidenciales".
Un seguidor de Trump que se confrontó a la multitud estuvo a punto de ser linchado, pero las fuerzas de seguridad lo rescataron a tiempo.
Trump, que lidera la carrera por la nominación presidencial del Partido Republicano para los comicios de noviembre, está centrando ahora parte de su campaña en California (oeste) de cara a las primarias de junio.
La elección interna en el estado con mayor población latina del país se presenta como un reto para el magnate, dada la beligerante retórica que usa contra la comunidad hispana.
El empresario insiste en expulsar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados y en obligar a México a construir un muro que separe ambos países, lo que ha provocado la ira de miles de ciudadanos.
"La comunidad está harta de ser denigrada, deshonrada, y atacada", dijo a la AFP el portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHIRLA, en inglés).
"Sin embargo, nuestra reacción debe ser marchar pacíficamente, como siempre lo hemos hecho, y votar en las urnas", señaló.
La presencia del empresario en California provocó la noche del jueves otra violenta protesta en Costa Mesa, una pequeña localidad situada al sur de Los Ángeles, durante la que al menos 17 personas fueron detenidas, según el diario Los Angeles Times. /AFP