El Consejo de Seguridad de la ONU denunció detenciones arbitrarias de miles de personas y torturas por parte de milicianos en Libia.

Los 15 miembros del Consejo "manifiestan su más grave preocupación por la continuación de la detención arbitraria sin garantías legales de miles de personas al margen de la autoridad del Estado y demandan su liberación inmediata o su transferencia" a cárceles del gobierno, en una declaración aprobada por unanimidad.

Denunciaron asimismo "casos de tortura y de malos tratos constatados en estos centros de detención ilegales en Libia".

El Consejo pidió a las autoridades libias "investigar todas las violaciones de derechos humanos y procesar judicialmente a los responsables".

Reconoció "los avances hechos por el gobierno libio bajo la dirección del primer ministro Ali Zeidan" y alentó "a seguir por esta vía para obtener resultados concretos".

Invitó a la comunidad internacional a continuar apoyando los esfuerzos de las autoridades libias para impulsar al país hacia la democracia.