La inesperada dimisión del ministro portugués de Finanzas, Vitor Gaspar, ferviente partidario del rigor presupuestario exigido por los acreedores del país, y que fue seguida por la del canciller Paul Portas fragiliza al gobierno de centro-derecha ante una oposición de izquierda que exige legislativas anticipadas, en un contexto de creciente descontento social.
El jefe del Partido socialista, principal partido de oposición, Antonio José Seguro, pidió una entrevista "urgente" con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, para pedirle, según los medios portugueses, la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta reunión se llevará a cabo el miércoles por la tarde, según la presidencia
El actual gobierno de centro-derecha, dirigido por el primer ministro Pedro Passos Coelho, llegó al poder en junio de 2011 tras legislativas anticipadas convocadas por Cavaco Silva. Ello se produjo después de que los socialistas entonces en el poder reconocieran el fracaso de su política económica y pidieran al FMI y a la Unión Europea (UE) un plan de rescate, en tres años y 78.000 millones de euros.
A cambio, Portugal negoció con sus acreedores un severo plan de ajuste que precisamente Gaspar, emblemático ministro de Finanzas del gobierno de Passos Coelho, tenía que implementar.
En su carta de dimisión, Gaspar, número dos del gobierno, admitió que su incapacidad para alcanzar sus objetivos presupuestarios había "minado" su "credibilidad". Justificó su decisión por una "erosión significativa del apoyo de la opinión pública" a su acción.
La inédita cura de rigor que Gaspar hizo aplicar provocó una recesión económica y una tasa de desempleo mucho mayor de lo esperado, sin lograr a cambio los objetivos fijados. El déficit portugués se elevaba en marzo a 10,6% del PIB, cuando la meta exigida es de 5,5% a fin de este año.
Pese a las dificultades para aplicar la severa cura de austeridad, ne se prevén sin embargo cambios en la política económica de Portugal, según los observadores.
"Vitor Gaspar se va, la austeridad se queda", resumía el martes el diario económico Jornal de Negocios, un día después de la salida del ministro.
Un gobierno aislado
Pero el gobierno de Passos Coelho parece aislado a nivel interno, como lo demuestra la cuarta huelga general en dos años convocada la semana pasada por los sindicatos, o el llamado de la patronal a reconocer el fracaso de una estrategia cuyo único objetivo es restablecer la credibilidad de Portugal ante sus acreedores y ante los mercados.
Por su parte, la Comisión Europea llamó de inmediato a Lisboa "a mantener el ritmo de las reformas" al considerar que "ya se ha hecho mucho para consolidar las finanzas públicas".
Gaspar será reemplazado desde este martes por su secretaria de Estado del Tesoro, Maria Luisa Albuquerque, lo que "no cambiará las reglas del juego", según comentó David Schnautz, analista de Commerzbank.
La dimisión de Gaspar se produce en un delicado momento para Portugal, que se ha comprometido a llevar a cabo una importante reforma de Estado antes de que llegue el 15 de julio una nueva misión de evaluación enviada por la troika de acreedores (UE, FMI y Banco Central Europeo).
En fin, en el contexto europeo, "la dimisión del ministro de Finanzas portugués corre el riesgo de reactivar los temores sobre la capacidad de los países periféricos europeos para salir de la crisis", consideraron en París los analistas de Crédit Mutuel CIC.
"Esta duda viene a añadirse a las que genera Irlanda, tras revisarse a la baja su PIB la semana pasada, España, cuyo nivel de desempleo es insostenible, o Italia, donde el gobierno tarda en fijar una estrategia para reducir su déficit por debajo del 3% del PIB", advierten en una nota de análisis./AFP