La denuncias de habitantes del sector y principalmente comerciantes, donde informaban que esta banda tenía invadido un amplio sector de la zona rosa, comercializando estupefacientes con mayor impacto los fines de semana, en donde se incrementaba notoriamente el número de personas comprando y distribuyendo este tipo de sustancias prohibidas.

La Policía Metropolitana de Bogotá en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, inició una serie de actividades de Inteligencia y Policía Judicial que tenían como objetivo desmantelar esta organización que desde hace un año se encontraba asentada en el sector promoviendo el tráfico de estupefacientes.

Con esto se logra por parte de los policiales encubiertos, vídeos de vigilancia y otras técnicas investigativas cuyo propósito fundamental era infiltrar la organización para conocer hasta el más mínimo detalle del actuar de estos delincuentes.

Luego de seis meses de investigación se logra darle fin a esta estructura delincuencial capturando a sus 17 miembros, entre ellos sus dos cabecillas.