Autoridades y organismos de socorro continuaban el viernes la búsqueda de varios desaparecidos tras deslizamientos de tierra en una apartada aldea minera del sur de Ecuador, que dejaron al menos seis muertos -incluidos tres peruanos- y 17 heridos, informaron fuentes oficiales.
En las labores intervienen un centenar de bomberos, miembros de la Cruz Roja y militares, dijo a la prensa Fernando Figueroa, coordinador del equipo de rescate.
Las acciones se concentran en Pueblo Nuevo, un caserío de la localidad de Camilo Ponce Enríquez (335 km al suroeste de Quito, en la provincia de Azuay), donde las actividades mineras fueron suspendidas temporalmente el viernes por orden del gobierno.
Deslaves ocurridos en la madrugada del jueves en medio de fuertes lluvias cubrieron un 70% de esa aldea, habitada por mineros artesanales, incluido un importante número de peruanos.
El gobernador de Azuay y portavoz de un comité creado para atender la emergencia, Humberto Cordero, confirmó seis muertos -de los cuales tres ya fueron rescatados- y 17 heridos.
Tres de los fallecidos son peruanos, confirmó el gobierno el viernes. Cordero dijo previamente que otros cuatro hombres de esa nacionalidad y un colombiano resultaron heridos.
La Cruz Roja Ecuatoriana señaló en un comunicado que el número de desaparecidos podría ascender a 40, aunque el gobernador se abstuvo de confirmar esa cifra.
El cónsul de Perú en la ciudad ecuatoriana de Loja (sur), Zósimo Morillo, quien se desplazó el viernes hacia la zona del desastre, dijo que en Ponce Enríquez "hay 107 peruanos registrados".
"Pero eso es solamente la punta del iceberg porque la minería formal e informal atrae a muchos peruanos de la zona norte (fronteriza)", declaró el diplomático a la prensa.
Las tareas de los rescatistas habían sido suspendidas la noche del jueves debido al mal tiempo y al difícil acceso, pues varios caminos quedaron bloqueados por los desprendimientos de lodo y piedras.
Según las autoridades, los mayores deslaves ocurrieron en la madrugada y destruyeron casas y construcciones ubicadas en campamentos mineros.
Una de las avalanchas arrasó una construcción de hierro y cemento ubicada en una parte montañosa, colapsando sobre la entrada a una mina donde presuntamente había obreros.
"Estábamos durmiendo (en un campamento), pero nos avisaron diez minutos antes que el cerro estaba cediendo. Ni bien salimos, se vino encima. Lo único que hicimos fue correr", relató a periodistas el minero peruano Víctor Valverde, quien aseguró que unos diez trabajadores que estaban con él quedaron sepultados.
"Se vino el cerro encima y tapó la mina. Todos los compañeros de nosotros murieron aplastados. Estábamos afuera en el campamento durmiendo", señaló por su parte Luis Torres.
Entretanto, el viceministro de Minas, Federico Auquilla, dispuso la suspensión temporal de las labores mineras en la zona de influencia de los derrumbes.
Añadió que en el área existen trabajos de minería legal. "Está concesionada a la compañía Bella Rica conformada por 48 asociaciones, de la que resultó afectada una asociación, que es Pueblo Nuevo", dijo.
AFP