Una sofisticada modalidad para el hurto de hidrocarburos a Ecopetrol, en este caso en Bogotá, y más específicamente en el sector de Fontibón, fue descubierta por la Dijin.

Se trata de la construcción de un túnel subterráneo de 35 metros de longitud, elaborado para acceder al poliducto Mancilla-Puente Aranda, de manera que mediante una estrategia de ocultamiento los delincuentes pudieran perforar la tubería, instalar las válvulas clandestinas e ingresar una manguera de 100 metros de largo para conducir el combustible hasta una bodega ubicada en esa zona del occidente de la ciudad.

Una vez la gasolina llegaba a su destino, era almacenada en tanques de camiones que aparentaban servicios de acarreo y transporte de alimentos, pero que realmente se convertían en depósitos móviles del producto hurtado. Luego que los automotores eran cargados con la cantidad suficiente, se desplazaban a parqueaderos públicos, estratégicamente localizados, donde en complicidad con administradores y vigilantes, transvasaban el combustible a carrotanques que terminaban en varias estaciones de servicio de Bogotá y algunos municipios de la Sabana. Allí, la gasolina era vendida a los precios comerciales de costumbre y bajo las especificaciones técnicas que argumentan las empresas distribuidoras.

La Policíaestableció que para la construcción del túnel, la organización delincuencial contrató los servicios de los llamados “topos”, expertos en trabajos de excavación para los complejos esmeraldíferos de Muzo (Boyacá), y así garantizar la efectividad de la instalación para extraer el hidrocarburo.

La válvula fue descubierta en una bodega, donde fueron capturadas cuatro personas.

“Aunque desde el año 2002 se registra una reducción superior al 99 por ciento en el robo de combustible a Ecopetrol, al pasar de 7.270 barriles diarios a 23 en la actualidad, todavía hay estructuras dedicadas a este negocio ilegal, por lo cual la Policía intensificará las operaciones de esta especialidad”, explicó la Institución.