Cuba descartó regresar a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que fue excluida en 1962 por presión de Estados Unidos, a pesar de haber invitado a su secretario general, José Miguel Insulza, a la cumbre de la Celac en La Habana.
"La posición nacional de Cuba con relación a la OEA permanece invariable: no regresaremos a ella", afirmó el canciller cubano Bruno Rodríguez en la inauguración del centro internacional de prensa de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que tendrá lugar el martes y miércoles próximos.
La OEA "tiene una carga histórica negativa como instrumento de dominación de los Estados Unidos que no puede resolverse mediante ninguna reforma", agregó el canciller.
Insulza será el primer secretario general del organismo continental que visite la isla desde la revolución de 1959, tras acoger la invitación de la Presidencia rotativa de la Celac, ejercida el último año por el gobierno de Raúl Castro.
La visita del jefe de la OEA a la isla puede culminar con controversias, pues las opositoras Damas de Blanco cubanas -grupo formado por familiares de expresos políticos- anunciaron que le pedirían una entrevista.
Rodríguez dijo que "la Celac ha seguido la práctica de cortesía diplomática de invitar al secretario general a la segunda cumbre de La Habana, tal como ocurrió en las cumbres anteriores", en Chile en 2013 y en Venezuela en 2011 (cuando fue creado el bloque).
"Intentos de aislar a Cuba han fracasado"
La OEA excluyó a Cuba en 1962 por presiones de Estados Unidos para aislar al gobierno comunista de Fidel Castro, pero en 2009 anuló la medida. La isla declaró entonces que no pensaba regresar al organismo.
"Los intentos de aislar a Cuba han fracasado totalmente", dijo Rodríguez, afirmando que "América Latina ha cambiado mucho en las últimas décadas".
En 1962, Estados Unidos logró el apoyo de toda América Latina en su empelo de aislar a Cuba y todos los países de la región cortaron lazos diplomáticos con La Habana, salvo México.
Pero en la década de 1970 los países latinoamericanos comenzaron a normalizar sus vínculos con la isla: los últimos fueron Costa Rica y El Salvador, en 2009.
"Cuba tiene una plena inserción en todos los mecanismos regionales y tiene una relación muy satisfactoria con todos los Estados de nuestra región sin ninguna excepción", declaró Rodríguez.
Damas de Blanco piden hablar con Insulza
"Vamos a solicitar una entrevista con Insulza, el secretario de la OEA", dijo el miércoles a la AFP la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler.
Este grupo es uno de los rostros más visibles de la disidencia en la isla (donde toda oposición es ilegal), con sus caminatas dominicales por la Quinta Avenida de Miramar en La Habana, tras asistir a misa. Estas marchas silenciosas están autorizadas por el gobierno de Raúl Castro desde 2010.
La OEA no ha confirmado que las activistas hicieran formalmente la petición de reunirse con Insulza.
Otro grupo opositor, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, también anunció que pediría entrevistas con los mandatarios que asistan a la cumbre.
Hasta ahora, ninguno de los mandatarios visitantes ha anunciado que planee reunirse con disidentes cubanos, como lo hicieron en la cumbre Iberoamericana de 1999 en La Habana los gobernantes y cancilleres de siete países -entre ellos el presidente del gobierno español José María Aznar-, causando indignación en la cúpula cubana.
Insulza habló con Fidel Castro en otra visita
José Miguel Insulza (un político socialista chileno) visitó La Habana antes de convertirse en el titular de la OEA, cargo que ostenta desde hace una década.
En enero de 1996, cuando era canciller chileno, visitó La Habana y se reunió con Fidel Castro (quien entregó el mando a su hermano Raúl en 2006 por problemas de salud).
En esa visita le correspondió normalizar las relaciones diplomáticas entre Santiago y La Habana, interrumpidas tras el golpe militar de 1973 en Chile. A nivel consular, ambos países restablecieron lazos en 1990, tras el retorno de la democracia en Chile/AFP