Los líderes del G7 mostraron este jueves su unidad y su respaldo a Ucrania en una cumbre en Bruselas, antes de recibir por turnos en París al presidente ruso Vladimir Putin para exigirle que ayude a desactivar la peligrosa crisis.
Putin no pudo participar en el encuentro de Bruselas por "desestabilizar" a Ucrania, según acordaron los líderes mundiales.
El presidente ruso viajó directamente a París para participar en las conmemoraciones del Desembarco aliado en Normandía hace 70 años.
Su visita sirvió en realidad para recibir sermones tras dos meses de aislamiento diplomático.
En un primer encuentro en la capital francesa con el primer ministro británico Cameron éste le dijo que era "inaceptable" el statu quo de tensión militar con Kiev, según declaraciones del propio líder británico a la BBC.
"Rusia debe reconocer formalmente y trabajar con el nuevo presidente" ucraniano Petro Poroshenko, declaró Cameron.
Las imágenes televisivas de parte del encuentro entre ambos líderes mostraron a un Putin tenso, y a Cameron con gesto serio.
Luego Putin acudió al Elíseo para un encuentro con el anfitrión, el presidente francés François Hollande.
Hollande recibió a Putin con una cena tardía, tras haber comido previamente con el presidente estadounidense Barack Obama en un restaurante parisino.
Obama indicó en Bruselas que quizás hablaría con el líder ruso, con el cual se han degradado bastante las relaciones, en Normandía el viernes.
"No tengo dudas de que voy a ver a Putin", dijo Obama en rueda de prensa en Bruselas.
"Si tengo la oportunidad de hablarle le transmitiré el mismo mensaje que mantuve desde el principio de la crisis", agregó.
Putin también se reunirá con la alemana Angela Merkel.
El líder ruso aseguró a la prensa en días previos que no descartaba ningún encuentro, incluido con Poroshenko.
- Más sanciones en ciernes -
"El G7 se mantiene unido en la respuesta" a Rusia, dijo en Bruselas el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
"La anexión ilegal de Crimea por Rusia y las acciones destinadas a desestabilizar el este de Ucrania son inaceptables y deben cesar", expresaron los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Japón.
El G7 instó igualmente a Putin a retirar sus tropas de la frontera con Ucrania, cesar el "apoyo" a los separatistas y alcanzar un acuerdo sobre el suministro de gas a la exrepública soviética.
Si no se cumplen estas "condiciones" el G7 está dispuesto a "implementar sanciones que impongan un mayor costo a Rusia".
"Veremos lo que Putin hará en las dos, tres, cuatro próximas semanas", indicó Obama.
- Ucrania cierra puestos fronterizos -
Ucrania cerró el jueves puestos fronterizos en el este que fueron atacados la noche del miércoles por rebeldes prorrusos.
"Tras un tiroteo, y dada la amenaza que pesa sobre la vida de la gente que cruza la frontera, los civiles y guardias fronterizos fueron evacuados de estos puntos de paso. Fueron cerrados totalmente, de lo que Rusia fue notificado oficialmente", precisaron.
La frontera entre Rusia y Ucrania es particularmente sensible desde que estalló la crisis. Las potencias occidentales denuncian que Rusia deja cruzar combatientes y armas, provenientes del Cáucaso. Los separatistas reconocieron que tienen el respaldo de chechenos.
Rusia por su lado evoca el flujo de varios miles de refugiados por día provenientes del este de Ucrania, lo que Kiev niega.
- Energía, crecimiento y empleo -
En la declaración final el G7 considera "inaceptable" el uso del "suministro energético con fines de coerción política o como una amenaza a la seguridad".
La Unión Europea (UE), Estados Unidos y Ucrania acusan a Rusia de utilizar el suministro de gas como un "arma energética". Moscú aplazó hasta el 10 de junio la amenaza de cortar el gas a Kiev si no regulariza las facturas impagadas, que totalizan más de 3.000 millones de dólares.
Kiev ya pagó al gigante ruso Gazprom 786 millones de dólares el fin de semana pasado, lo que le permitió atrasar la fecha límite que había dado Moscú para pasar a un sistema de prepago para sus entregas de gas.
Para la UE el tema es primordial, ya que por Ucrania transitan 65.000 de los 133.000 millones de m3 de gas que compra a Rusia y una interrupción del suministro a Ucrania puede traducirse en un cierre del grifo de gas a los clientes europeos de Gazprom.
Entre los otros temas de la agenda, destaca también la situación económica cuando todas las señales apuntan a que la peor crisis económica en décadas comienza a ceder.
Reforzar el sector financiero, luchar contra la evasión fiscal e impulsar la liberalización del comercio internacional figuran en el proyecto de declaración final, con un especial foco en "fomentar la creación de empleo y el crecimiento, principal prioridad" para los líderes del G7.