“No he conversado con nadie sobre una posible candidatura mía a la presidencia del Senado”, tuiteó el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático. “Y no tengo ni el menor interés por ese cargo”, agregó.
La reacción del congresista opositor se dio tras la difusión de declaraciones de la senadora electa Paloma Valencia, del Centro Democrático, en las que propone a Robledo para esa dignidad.
“No hemos hablado con él, pero no queremos que los presidentes del Congreso sean los reyes de la mermelada. Ese lugar lo debe ocupar un senador de opinión, importante, con trayectoria y el doctor Robledo la tiene”, dijo Valencia.
Tras aclarar que “no compartimos muchas ideas con ellos”, Valencia consideró que “hacemos la política limpia y eso nos identifica”.
La propuesta de Valencia, que aún no se sabe si tiene respaldo del resto de su bancada, buscaría cerrarle el paso a la prácticamente incuestionada designación de un congresista del Partido Social de Unidad Nacional (La U), colectividad que está en el proceso de nominar a uno de los tres legisladores que ha manifestado interés en el cargo: Armando Benedetti, José David Name y Mauricio Lizcano.
En la puja por esa dignidad ya no estarían los senadores Musa Besaile y Bernardo Elías.
Benedetti ya fue presidente del Senado pero quiere repetir, aunque alguno allegados a él comentan que su real deseo es la de ser presidente del
Si Benedetti no se pone de acuerdo con Name y Lizcano, la designación del candidato de La U a la presidencia del Senado deberá llevarse a una votación de la bancada.
De acuerdo al avance de los acuerdos políticos para las mesas directivas del Senado, a La U le correspondería la dignidad en la primera y la tercera legislaturas, a los liberales la segunda y a Cambio Radical la cuarta. Mientras que en la Cámara, los liberales tendrían la presidencia en la primera y tercera, Cambio Radical la segunda y La U la cuarta.