En un trabajo coordinado entre la Dirección Seccional de Boyacá de la Fiscalía y la Policía, se llevaron a cabo 36 capturas y 20 allanamientos simultáneos en el departamento boyacense y en Bogotá, logrando desarticular la banda conocida como Los Pichirilos, por los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Se trata de uno de los grupos delincuenciales más grandes de los que se tenga conocimiento en la historia del departamento de Boyacá, con capturas en las ciudades de Duitama, Sogamoso y Bogotá.
Durante el operativo no solo se logró la detención en flagrancia de varios de los integrantes de la agrupación delincuencial, sino además la incautación de grandes cantidades de sustancias alucinógenas como marihuana, base de coca y bazuco.
Los capturados, que harían parte de una red de venta y comercialización de sustancias psicoactivas, deberán responder por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y concierto para delinquir.
A la banda que operaba principalmente en el centro del país, en la modalidad de narcomenudeo, con injerencia en el departamento de Boyacá, en municipios como Duitama, Sogamoso y Paipa se logró identificar como estaba organizada su estructura, quiénes eran los miembros y cuáles eran los roles que desempeñaban.
Al interior de la estructura delincuencial existían distribuidores mayoritarios, distribuidores punto a punto denominado como “carrito”, apoyo logístico, así como la utilización de menores de edad para transporte de estupefacientes. También se logró establecer que contaban con diferentes vehículos, motocicletas y dispositivos móviles para su comunicación con el fin de desviar la atención de las autoridades, evadiendo los controles y actividades operativas Policiales.
Con elementos materiales probatorios y evidencias recolectadas a través de entrevistas, interceptaciones de comunicaciones, administración de fuentes humanas, vigilancias, seguimientos e interrogatorios, la Fiscalía solicitó ante el juez de control de garantías, las diligencias de registro y allanamiento, y la expedición de órdenes de captura por los delitos de concierto para delinquir, tráfico fabricación o porte de estupefacientes y otros; cargos por los que son judicializados los detenidos.