Juego ofensivo, presión alta y agresividad. Estas fueron algunas de las características de River Plate que de nuevo mostró su hegemonía en el Superclásico Argentino que se desarrolló por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Marcelo Gallardo parece tener claro como hacerle daño a Boca, club que no le gana desde 2017.
River pegó primero y aprovechó su localía para anotar el primer gol en el minuto 2 del duelo. El tanto llegó por medio de Rafael Santos Borré, que definió un penal convertido por la defensa de Boca Juniors. La presión de la hinchada de El Monumental se hizo sentir en los jugadores ‘xeneizes’ que no realizaron mayor cosa en la casa del millonario.
Por su parte, el entrenador de Boca, Gustavo Alfaro, organizó un sistema de juego que se basó en el funcionamiento de la línea del fondo. La posesión, en su gran mayoría fue de River. Los de Gallardo tomaron el balón el 68% del tiempo, mientras que los azul y oro tan solo 32%. Asimismo, los locales querían ahogar a los bosteros con acciones generadas en la ofensiva, Boca esperó para ocasionar contra golpes y poner en aprietos a Franco Armani, que no tuvo mucha acción.
En cuanto al ataque, River puso seis tiros a puerta en el arco de Andrada, Boca solo uno que controló bien Armani. Y es que más allá del resultado, la entrega, fortaleza y generación de juego de Rafael Santos Borré lo convirtieron en una de las grandes figuras del partido.
Los colombianos ‘xeneizes’, Frank Fabra, Jorman Campuzano y Sebastián Villa fueron suplentes al igual que Rafael Carrascal en el bando local.
Como era de esperar, River salió con todo en la segunda parte y dominó de principio a fin el encuentro. Nacho Fernández puso el 2-0 en el minuto 70 y el Monumental estalló de alegría al tomar una ventaja importante para la vuelta que se disputará en La Bombonera.
Después del segundo gol, Boca sintió el impacto anímico e intentó resguardarse en su área, procurando que River no marcara más goles. Pese al global, la serie está abierta. El ambiente de La Bombonera jugará a favor de los ‘xeneizes’, que necesitan a como dé lugar superar esta mala racha contra su clásico rival. Ahora, toda la presión gira en torno a los de Alfaro, que en caso de no remontar, perderían por segunda vez consecutiva con los de Gallardo en Libertadores.