El Real Madrid ganó 3-1 al Barcelona, este sábado en el Clásico de la 7ª jornada de LaLiga española, para calmar la ansiedad con la que llegaba al encuentro con una victoria balsámica en un Camp Nou vacío por la pandemia del covid-19.
El uruguayo Fede Valverde abrió el marcador aprovechando un pase en profundidad (5) y poco después Ansu Fati igualó de remate a bocajarro (8). Sergio Ramos hizo de penal el 2-1 (63) y Luka Modric rubricó prácticamente a puerta vacía (90) el 3-1 definitivo.
La victoria da un respiro al Real Madrid, que llegaba al encuentro presionado por sus dos últimas derrotas consecutivas contra el Cádiz en Liga (1-0) y contra el Shakhtar Donetsk en Champions (3-2).
El triunfo permite a los blancos, de paso, recuperar el liderato liguero y supone una inyección de moral antes de visitar el martes al Borussia Mönchenglabach en la Liga de Campeones, donde tampoco pueden fallar.
El encuentro empezó con prudencia por parte de ambos conjuntos, aunque pronto empezó a acelerarse con los dos equipos presionando para dificultar el juego del rival.
Valverde golpea
El equipo merengue, tras la apatía mostrada en su dos últimos encuentros, aplicó intensidad a su juego y a los cinco minutos, Valverde aprovechaba un pase en profundidad de Karim Benzema para poner el 1-0 de disparo cruzado.
La alegría merengue duró poco porque apenas tres minutos después, Jordi Alba rompía por la izquierda para poner un balón que remató a bocajarro Ansu Fati para hacer el 1-1 (8).
El delantero azulgrana se convertía así, a sus 17 años, en el goleador más joven en un Clásico, superando los récord de Roger García y Raúl González, que habían anotado con 18 años.
El peligro azulgrana llegaba especialmente por esa banda izquierda con las internadas de Jordi Alba, que volvió a asociarse a la perfección con Fati y Messi.
El capitán azulgrana volvió a ser un quebradero de cabeza para la defensa blanca, a la que volvió Sergio Ramos, al que regateó Messi para soltar un disparo ajustado al palo que paró Thibaut Courtois (23).
Con un Barça muy sólido por dentro, el Real Madrid también intentaba hacer daño por las bandas con las llegadas de Marco Asensio y Vinicius.
El equipo blanco pudo volver a adelantarse en una buena llegada de Benzema, que perdió el mano a mano sólo ante Neto con un disparo demasiado centrado (24).
Al contrario de lo que hizo en sus dos últimos encuentros, el Real Madrid se mostró más compacto en defensa, juntando líneas para evitar los pases por dentro, lo que obligaba al Barça a aprovechar las bandas.
Penal decisivo
En una internada por la derecha, volvió a aparecer Fati para soltar un disparo cruzado que se fue lamiendo el palo derecho de Courtois (51) y poco después, el joven delantero ponía un balón para que Coutinho cabeceara fuera por poco (53).
El equipo azulgrana apretaba, pero entonces Clément Lenglet agarró a Ramos de la camiseta en el área, que el árbitro sancionó con penal tras revisar el videoarbitraje.
El capitán blanco no falló desde los once metros para volver a adelantar a los blancos (63).
Este tanto sentó como un jarro de agua fría a los azulgrana, que pasaron por unos momentos de desconcierto, multiplicando las imprecisiones.
El técnico Ronald Koeman trató de dar más mordiente a su equipo con la entrada de una tacada de Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann, que había visto el inicio del encuentro desde el banquillo, y Francisco Trincao, por Fati, Busquets y Pedri (81).
Pero el Real Madrid se encontraba bien asentado en el campo y sobre la campana, un contraataque merengue lo culminó Modric, recortando en el área para poner el 3-1 definitivo (90).