La heredera continuará compitiendo el miércoles para avanzar por una presea individual y el premio grupal.
Eve Jobs, la hija menor del cofundador de Apple, debutó en los Juegos Panamericanos con el equipo ecuestre de Estados Unidos. La joven de 21 años terminó sexta este martes y ayudó a su equipo a liderar la primera jornada clasificatoria de la prueba de salto en Lima-2019.
La heredera del creador del iPhone, aficionada a la equitación desde que comenzó a montar ponis a los seis años, continuará compitiendo el miércoles para avanzar por una presea individual y el premio grupal.
Así, la millonaria peleará por sumar el cuarto oro para su país en disciplinas ecuestres en estos juegos.
"Tenía un poco de nervios por ser el primer día, solo quería tener una buena actuación para mi equipo y para mí, y mi caballo saltó increíblemente. No puedo estar más feliz", dijo Jobs a la prensa al terminar su monta en la Escuela de Equitación del Ejército, en el este de la capital peruana.
"Ella estuvo maravillosa", agregó sobre su yegua Venue d’Fees des Hazalles, de 14 años. "Está ahí cuando la necesito, me da mucha confianza".
Pequeña y delgada, Jobs se mezcló entre 50 participantes y corrió contra el reloj en la pista vallada.
De saco rojo, pantalón blanco ajustado y botas altas, guió al animal por los 15 saltos en un tiempo de 71,16 segundos. La carrera en medio de un silencio que dejó escuchar el galope de la yegua transcurrió sin derribos ni roces de vallas.
"Es mi primera vez en los Juegos Panamericanos y en Perú; he tenido una muy buena semana, y espero que continúe", señaló Eve, quien agradeció los consejos de sus compañeros de equipo.
El mejor tiempo este martes fue de otra estadounidense, Elizabeth Madden, a quien le bastaron 68,82 segundos para completar la prueba.
El ranking de la Federación Ecuestre Internacional ubica a Eve Jobs en el top 10 de saltos de menores de 25.
Entre Wellington y Standford -
El autor de la biografía de su padre, Walter Isaacson, describió a Eve como una joven de carácter fuerte, graciosa y energética, que sabe cómo convivir con el hecho de ser la hija de su afamado padre, que falleció por un cáncer de páncreas en 2011.
La joven nacida en California el mismo año en que Jobs presentaba el iMac es también estudiante de Standford, la universidad donde el empresario conoció a a Laurene Powell. Con ella estuvo casada Jobs durante 20 años y tuvo tres hijos, entre ellos Eve.
Con una fortuna familiar de 21.000 millones de dólares que comprende acciones de Apple y Disney, según Forbes, Eve lleva una vida de lujos de la que deja constancia a menudo en su cuenta de Instagram. En su colección se mezclan fotos con mirada felina, galas y presentaciones ecuestres.
La heredera perfecciona sus saltos en el rancho que su madre adquirió por más de 15 millones de dólares en 2016 en Wellington, una localidad de Florida donde todo gira en torno a la equitación.