Sin margen para el error, el Real Madrid recibe el miércoles al Borussia Monchengladbach obligado a ganar para asegurarse el pase a octavos de la Champions, en un partido que podría ser decisivo también para la continuidad de Zinédine Zidane.
La derrota la pasada semana ante el Shakhtar Donetsk (2-0) ha dejado al equipo merengue contra las cuerdas en la tercera posición de un apretado grupo B, en el que puede pasar de todo.
El Real Madrid es tercero, empatado a puntos con el equipo ucraniano, segundo, a un punto ambos del líder, el 'Gladbach', mientras cierra la llave el Inter de Milán a dos puntos del equipo blanco.
Los hombres de Zidane necesitan imperativamente la victoria para asegurarse el pase, aunque un empate también podría servir si el Inter se impone al Shakhtar en el otro encuentro de la llave.
Una derrota supondría la eliminación de la Champions de la fase de grupos y una debacle para un Real Madrid, que siempre ha estado entre los 16 mejores de Europa desde 1997.
Reválida para Zidane
La salida en la fase de grupos de la competición fetiche del Real Madrid, único equipo en haber ganado 13 Copas de Europa, puede poner en serio riesgo el puesto de Zinedine Zidane al frente del equipo blanco.
Muy cuestionado en las últimas semanas por la montaña rusa de resultados y juego en la que está subido el Real Madrid, la victoria el sábado en Liga contra el Sevilla 1-0 ha dado aire al técnico francés.
"Es importante para el partido que viene, era importante para nosotros sumar, volver a hacer un buen partido", aseguró tras el encuentro Zidane, quien un día antes se declaraba "fuerte para encontrar soluciones con mis jugadores".
Vuelto al banquillo del equipo merengue en marzo de 2019 para rescatar un Real Madrid a la deriva, Zidane ganó la Supercopa de España y LaLiga la pasada temporada, pero en la presente el equipo no acaba de encontrar la deseada regularidad.
"La regularidad en el fútbol es lo más complicado y lo que intentamos trabajar es eso", aseguraba Zidane, que tras la derrota en Kiev también descartaba una dimisión y recordaba que el equipo blanco siempre ha mostrado su carácter en los momentos comprometidos.
Vuelve Ramos
Al rearme moral que ha supuesto la victoria en Sevilla, se unirá el miércoles la recuperación del capitán Sergio Ramos, tras dos semanas y media fuera de los terrenos de juego por lesión.
"Sabemos la importancia de Sergio. Sabemos el jugador que es", afirmaba Zidane, cuyo equipo ha perdido cuatro de los seis últimos encuentros de Champions en los que no estuvo Ramos.
El capitán blanco liderará a su equipo en un partido clave para el equipo blanco, que tiene la duda de Dani Carvajal y no podrá contar con los lesionados Fede Valverde y Eden Hazard.
Enfrente estará un equipo alemán ante el que los merengues arrancaron un agónico empate 2-2 en la ida con goles de Karim Benzema (87) y Casemiro (90+3).
Acosado por la cercanía de Real Madrid y Shakhtar, el 'Gladbach' tampoco podrá permitirse ninguna relajación y deberá tratar de ir a por el partido en el pequeño estadio Alfredo Di Stéfano de la ciudad deportiva del Real Madrid.
El equipo germano llega al encuentro tras empatar 2-2 con el Friburgo en la Bundesliga, acumulando su segundo encuentro sin ganar.
"Tiene toda la pinta de que será un reto en mayúsculas", afirmó el técnico del equipo alemán, Marco Rose, que busca meter a su equipo por primera vez en los octavos de final del torneo continental en su actual formato.