Distanciado de la zona alta en la Serie A pero estimulado por el regreso de Zlatan Ibrahimovic, el Milan aspira a salvar la temporada en la Copa de Italia, en la que jugará con la SPAL mañana en octavos de final.

Llegó el efecto ‘Ibra’. No contento con haber abierto su contador personal en su segundo partido, en la victoria 2-0 ante el Cagliari el sábado, la leyenda sueca ha devuelto la moral a los hinchas Rossoneri relanzando la venta de entradas.

Serán más de 30.000, una cifra inusual a estas alturas de la Copa, los hinchas que respaldarán al Milán ante la SPAL, a la espera de que el equipo vuelve a ganar un trofeo que no logra desde 2003 y del que solo tiene cinco en sus pobladas vitrinas.

“Es demasiado pronto para decir que nuestra temporada ha cambiado de fisionomía, hay que continuar trabajando”, señaló Ibrahimovic, de 38 años, que regresa al Milán tras ocho años.

El Milán, décimo en la Serie A a 23 puntos del líder Juventus, se juega su última oportunidad de intentar estar en Europa el próximo año. La SPAL, colista del campeonato, solo ha ganado un partido desde octubre.

La Juventus jugará en su estadio ante el Udinese y el Inter, segundo a dos puntos de la ‘Vecchia Signora’, se cita con el Cagliari.

La Lazio, lanzada con diez victorias consecutivas en el campeonato, recibirá al Cremonese, uno de los dos equipos de la segunda división que siguen en liza.