Tras su espectacular demostración de ayer, Egan Bernal dio un pedalazo más hacia la conquista del título en el Giro de Italia, pero la realidad es que todavía nada está ganado. Quedan cinco etapas, cuatro de ellas clave: tres de alta montaña y la contrarreloj de 30,3 kilómetros que marca el epílogo de la considerada segunda carrera ciclística más importante del mundo por etapas.
El ‘Joven Maravilla’, que tuvo un 2020 para olvidar a causa de sus dolencias físicas, está retribuyendo la confianza de su equipo, el Ineos Grenadiers y brindándole satisfacciones parciales, como la victoria en la 16ª etapa, en Cortina d'Ampezzo, en una jornada en la que la organización tuvo que recortar dos puertos debido al frío y la lluvia.
En Los Dolomitas, Egan, que se quitó el chubasquero y descubrió su ‘maglia’ rosa antes de entrar en meta, aventajó en una treintena de segundos al francés Romain Bardet y al italiano Damiano Caruso.
“Si ganas con la ‘maglia’ rosa es algo especial. Quería mostrarla, exhibir respeto al maillot. Quería hacer algo especial, mostrar que estoy de regreso a la partida”, señaló Bernal, de 24 años, tras ganar.
La etapa fue recortada a 153 kilómetros de los 212 iniciales debido a las malas condiciones meteorológicas, siendo privada de dos de sus tres grandes puertos, la Fedaia y el Pordoi.
Sobre todo por las bajas temperaturas, con nieve fundida, hielo y lluvia, el peligro estaba principalmente en los descensos de los puertos, por lo que la organización tomó la decisión antes de salir.
El domingo por la noche una gran mayoría de los corredores (97%) se pronunció a favor de recortar la etapa.
“Es una gran victoria. Fue una etapa dura, también por el tiempo, pero tenía la buena mentalidad desde el principio. Estaba preparado para sufrir y lo hice”, añadió Bernal en la estación de esquí que acogerá los Juegos de Invierno de 2026.
“No sé lo que hubiera sido mejor para nosotros, una larga etapa o la que hemos tenido. Estábamos preparados para todas las hipótesis”, continuó.
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En la general el vencedor del Tour de Francia en 2019 ve reforzado su liderato y tiene ahora 2 minutos y 24 segundos de ventaja sobre Caruso, y 3:40 con el británico Hugh Carthy.
Una escapada se había formado en la primera ascensión del día. Sus cinco supervivientes (Almeida, Formolo, G. Izagirre, Nibali y Pedrero) se presentaron a los pies del Giau con una ventaja de menos de dos minutos.
En el grupo de favoritos, con el equipo EF Education al mando, Bernal atacó en dos ocasiones, quedándose solo a 4 kilómetros de la cima de este puerto situado a 2.233 metros (9,9 kilómetros al 9,3%) tras dejar atrás al último superviviente de la escapada, el español Antonio Predero.
Su ofensiva no se pudo ver por televisión, debido a las malas condiciones meteorológicas, pero coronó el puerto con 45 segundos sobre Caruso y 1 minuto y 13 segundos sobre Bardet.
“Faltan unas etapas muy complicadas. Todavía hay Giro y el que tenga piernas puede intentar. Tengo una ventaja grande, pero todo se puede perder en un mal día. Hay que estar concentrado y llegar mejor a la meta”, concluyó.
Protagonista de un gran descenso, Bardet, ahora séptimo en la general, alcanzó a Caruso, pero la pareja no pudo llegar hasta el colombiano.
“Bernal fue de nuevo el más fuerte (...) No he podido seguirle mucho tiempo. Después he subido a mi ritmo y alcancé a Caruso en el descenso. Fue duro pero me hace bien. Desde 2018 tengo altibajos, pero da gusto volver a sentir buenas sensaciones”, declaró el francés.
El italiano Giulio Ciccone fue cuarto a 1:18, por delante de Carthy y del portugués Joao Almeida.
Simon Yates, segundo en el Giro en la salida de Sacile, perdió más de dos minutos y medio. “No he logrado lo que buscaba, pero lo he hecho lo mejor que he podido. Fue una etapa difícil. La victoria ahora está un poco lejos, pero el podio sigue estando al alcance”, explicó el británico.
El belga Remco Evenepoel cedió antes de los últimos 30 kilómetros y el ascenso al paso de Giau.
Lo que viene
Hoy es un día para recuperar fuerzas, con salida a carretera o el trabajo que el equipo defina teniendo en cuenta las condiciones climáticas.
Ya a partir de mañana vendrá la fase más dura del Giro de Italia que concluye el domingo en Milán.
¿Por qué los días más duros? Porque vienen tres etapas en alta montaña, una propicia para los embaladores que sobreviven y la contrarreloj de cierre sobre 30,3 kilómetros. Sin embargo, no es la única razón.
A decir de los ciclistas, ya en una competencia de tres semanas en la última empiezan a sentirse los rigores del desgaste y el dolor de piernas no desaparece.
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Hasta ahora, Egan se ha mostrado fuerte, intratable porque cuando ha querido dejar a sus rivales lo ha hecho… como por ejemplo ayer.
No obstante, todavía no es hora de echar las campanas al vuelo o decir que la carrera está sentenciada. No. En el ciclismo como todos los deportes hasta que no se baja la bandera o el árbitro pita el final, no se puede cantar victoria.
Sí, Egan tiene todo para sumar su segundo triunfo en una ‘grande’ del ciclismo mundial, como ya lo hizo en el Tour de Francia en 2029, pero para ello debe afrontar las cinco etapas que restan.
También es cierto que en lo deportivo, por como se ha mostrado el ‘Joven Maravilla’, lo tiene todo para ganar el Giro, pero no hay que olvidar que en competencias como esta siempre surgen imprevistos como caídas, un mal día o ‘pájara’ que llaman o pinchazos, entre otros, que pueden echar a pique un gran trabajo y una magnífica preparación.
Por lo pronto es mejor no considerar esas eventualidades sino pensar en que mañana sigue una etapa de Canazei a Sega di Ala, sobre 193 kilómetros, con tres puertos, dos de primera y uno de tercera.
Luego una jornada llanada y a renglón seguido la fracción 19, de Abbiategrasso a Alpe di Mera (Valsesia), de 176 kilómetros, con tres puertos de alta montaña: empieza con uno de primera, luego de tercera y el final será de primera en Di Mera.
El tramo 20, de Verbania y Valle Spluga/Alpe Motta, sobre 164 kilómetros, el sábado, despedirá la alta montaña con una fracción de tres puertos de primera categoría con final en alto y de máxima dificultad.
Y para cerrar, la etapa 21, una contrarreloj individual en Milán de 30 kilómetros. El Ineos y su capo, Egan Bernal, habían presupuestado llegar con más de 1 minuto 30 segundos sobre sus principales rivales. A hoy, esa diferencia ya es mucho más amplia y aunque el colombiano no es el mejor contra el cronómetro, tampoco es el peor y si mantiene las distancias que hoy lo acompañan, podrá festejar su segundo título en una ‘grande’.
A su favor tiene otros aspectos fundamentales para un corredor que quiere alzarse con una victoria en una carrera como la italiana: cuenta con un gran equipo. Hasta ahora, los especialistas en terreno llano han cumplido con su labor y ni qué decir de los que van bien en la montaña.
Jonathan Narváez, Jonathan Castroviejo y Daniel Martínez han estado a la altura de las exigencias y ‘explotado’ al grupo principal cuando se lo han ordenado y además al colombiano le está alcanzando para ser octavo en la clasificación general.
El Giro de Italia 2021 no lo ha ganado Egan… pero lo tiene al alcance. El día para celebrar será el domingo, mientras tanto hay que afrontar las 5 etapas que quedan.