Legisladores estadounidenses expresaron este martes su apoyo al acuerdo entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC para desescalar el conflicto armado y acelerar las pláticas de paz.
En una carta al secretario de Estado, John Kerry, 65 congresistas del Partido Demócrata del presidente Barack Obama destacaron lo "importante" que es ese acuerdo para poner fin al último conflicto armado de América Latina.
"Creemos que el compromiso de los equipos negociadores de gobierno y de la guerrilla de acelerar el cronograma y concluir las negociaciones en los meses venideros es una decisión importante y bienvenida", señalaron los legisladores en la misiva.
El proceso de paz, que el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -las más grandes del país- iniciaron a fines de 2012, parecía agonizar tras un recrudecimiento de las hostilidades en abril.
Pero el inicio de una tregua unilateral de las FARC el 20 de julio y la suspensión de los bombardeos del gobierno a campamentos rebeldes cinco días después han oxigenado las negociaciones.
"Eso ayudará a crear confianza en la habilidad de las partes negociadoras de alcanzar un acuerdo final en los próximos meses", según los legisladores estadounidenses.
Pero también reconocieron que los puntos aún en negociación –la justicia para los crímenes cometidos en el conflicto y la reparación de las víctimas- "son complejos y difíciles".
Asimismo, pidieron al gobierno y a las FARC que alcancen un acuerdo de paz "inclusivo" con los sectores más afectados por más de cinco décadas de conflicto, en especial las mujeres, la población negra e indígena, las organizaciones campesinas y personas desplazadas, según el texto.
"Debería haber un lugar en la mesa para determinar si los acuerdos responden genuinamente a sus necesidades, esperanzas, prioridades y capacidades", apuntaron en la misiva, dirigida también al enviado especial de Washington, Bernard Aronson.
En ese sentido, "los derechos y necesidades de las víctimas deben ser primordiales" y los acuerdos "deben romper, no reforzar, la cultura colombiana de la impunidad", afirmaron.
El conflicto en Colombia ha dejado 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales/AFP.