“Decreto de UPZ Cedros llegó tarde” | El Nuevo Siglo
Domingo, 26 de Julio de 2015

Después que la Secretaría Distrital de Planeación expidiera el decreto 266 de julio de 2015 para corregir los problemas de grandes edificios, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) Bogotá y Cundinamarca insistió en la necesidad que la ciudad se planee a largo plazo, se ejecute lo previsto y se lleven las inversiones de infraestructura a los sectores, que con base en normas que sustenten sus decisiones en estudios técnicos previos, sin improvisación y pensando en los ciudadanos.

Resulta que Cedritos, al nororiente de la capital del país, vive desde hace un tiempo con deficiencias en sus redes de acueducto y alcantarillado, energía y pocas vías para salir e ingresar debido a que estaba abierta construcción de altura.

El nuevo decreto modifica los límites de las alturas permitidas para los desarrollos constructivos de la Unidad de Planeación Zonal Los Cedros, teniendo en cuenta la actual densificación y problemas de capacidad en las redes matrices de servicios públicos en dicho sector.

Lo que hoy está pasando en esta zona, se venía alertando desde hace más de dos años, cuando se empezaron a evidenciar los primeros problemas con la infraestructura que enfrenta la EAB, señala el gremio.

“Este decreto que modifica las condiciones de edificabilidad en la UPZ de Cedros para prevenir un colapso en las redes de alcantarillado, en los sistemas de movilidad y en el espacio público en el sector, confirma las advertencias que el Gremio hizo en su momento sobre la necesidad absoluta que tiene la ciudad de que se planee previamente y se hagan los estudios y las inversiones en infraestructura y soporte urbano que necesitan los sectores para ser densificados”, dijo la gerente de Camacol, Martha Moreno.

Para el gremio constructor este decreto corrige las improvisaciones y la ausencia de inversión, y hace lo que debió hacerse en su momento; es decir un diagnóstico previo del soporte urbano del sector, para garantizar condiciones necesarias de un desarrollo urbano sostenible como aspecto vital que requieren las ciudades de calidad.

Para los expertos es una norma que llega tarde, puesto que debió salir hace tiempo para evitar las consecuencias que sufrieron los desarrolladores de proyectos inmobiliarios, quienes debieron enfrentar problemas dramáticos para responderles a los compradores de vivienda ante la negativa de la EAB en el suministro del servicio de acueducto y alcantarillado, dentro de la ciudad, por causa de deficiencias técnicas en el sector.

“Dentro de nuestras preocupaciones, reiteramos, que la inseguridad jurídica, continua exponiendo la actividad constructiva en Bogotá, los desarrolladores y promotores inmobiliarios actúan en confianza legítima del estado con aplicación de las normas vigentes, y sin embargo, afrontan las consecuencias de la improvisación de la toma de decisiones del Distrito y la indiferencia con sus ciudadanos por fallas en la planeación de la ciudad.  Por ello hacemos nuevamente un llamado a que se hagan estudios y análisis previos para evitar que la ciudad colapse”, agregó Moreno.

Para Camacol, esta modificación se veía venir dado que en su momento no se pensó en la ciudad para orientar las inversiones y así atender el mantenimiento de las redes de acuerdo con la norma urbanística y permitir ese aprovechamiento. “Allí no se aprovecharon las mecanismos de financiación tales como plusvalías y los porcentajes de la facturación provenientes de la tarifa de los servicios públicos para mantener la infraestructura necesaria y ahora la Administración tuvo que entrar a corregir su improvisación, limitando la edificación y moderando la altura”, explicó la dirigente gremial.

Camacol ha advertido que lo mismo puede pasar en el mediano plazo en varias zonas de Bogotá debido al impacto futuro en el territorio del Decreto 562,  que por el contrario permite la construcción en alturas libres (resultante) en 7.000 hectáreas de la ciudad.