En una operación conjunta entre unidades de la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana, unidades panameñas y del Comando Sur de los Estados Unidos, desarrollada en el Golfo de Urabá, fueron decomisados 820 kilogramos de cocaína que pretendían ser traficados hacia Panamá y posteriormente hacia Norteamérica.

El alcaloide era transportado en una embarcación tipo Go Fast que navegaba con rumbo hacia Panamá y fue detectado por guardacostas de la Armada Nacional.

Luego de una persecución de aproximadamente 12 horas, los tres sujetos que tripulaban la motonave lanzaron al mar 33 bultos que contenían el alcaloide, continuando su huida emplayando la embarcación en una zona selvática ubicada en la desembocadura del río Atrato en Urabá Chocoano.